Desde que comenzó la pandemia de COVID-19, los ciudadanos poblanos se enojan más y con mayor facilidad, hecho que explicaría por qué en la entidad de Puebla han crecido notablemente los actos de violencia familiar o de pareja-
Y es que de acuerdo con un estudio de la Universidad Iberoamericana, en pleno 2022, los poblanos se enojan un 29 por ciento más que en aquel febrero de 2020, cuando daba inicio el enclaustramiento por la pandemia de COVID-19.
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Los poblanos aumentaron en ira
Este proyecto fue llevado a cabo por estudiantes de la Ibero en el periodo escolar verano 2022 con apoyo del Consejo De Ciencia Y Tecnología Del Estado De Puebla (CONCYTEP), el cual tomó como punto de partida las 170 mil llamadas que se realizaron al 911 durante 2020, es decir, 20 mil más que el año anterior, cuando no había pandemia.
Para contar con datos un tanto más certeros, se entrevistó de manera virtual a 665 padres y madres de familia que radican en Puebla, quienes por medio de un espacio de expresión libre aceptaron ser un tanto más enojones de lo que eran.
Sobre los resultados, cuatro de cada diez encuestados asegura que sus índices de ira no cambiaron durante la pandemia; sin embargo, el 29 por ciento se dijo más enojón que antes, hecho que no se habían preguntado hasta esta autocrítica.
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Del mismo modo, casi la totalidad de la muestra reconoció haber ejercido violencia al enojarse durante el último año. Esto sin importar el género, pues en las mujeres hubo un registro del 96.5 por ciento y en los hombres un 95.6 por ciento.
Por si lo anterior no fuera suficiente, las poblanas reconocieron haber agredido físicamente a otro integrante de su familia con mayor frecuencia que los hombres, un 37 por ciento contra un 24 por ciento.
Más resultados sobre este estudio de enojo
Finalmente, el estudio puntualizó que papás y mamás se gritan, insultan, se dejan de hablar o destruyen sus cosas por el simple hecho de estar enojados; además, de que son más propensos a abandonar todo, hasta su propia casa.
Otros datos de los poblanos fueron: a los hijos se les amenaza más que a la pareja; las madres regañan a hijas e hijos por igual; y los padres reprenden a los chicos más que a las chicas.
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Por Irving Sánchez / @irvingsannz
