Cinco trabajadores del restaurante ‘Buffet Krocks’ acusaron que el dueño cerró sus puertas sin pagarles la semana que les debía. Los quejosos ventilaron que a algunos les debe de 500 a mil pesos por haber laborado diariamente durante 11 horas en una semana.
Comentaron que el propietario de nombre Iván Apolinar les explicó hace unos días que tenía problemas para pagar la luz y a sus proveedores; sin embargo, les prometió que el domingo les pagaría lo que habían trabajado en esa semana.
El sábado los empleados acudieron como de costumbre a trabajar y se encontraron con el restaurante cerrado y al buscar al dueño éste no les dio la cara, pues ya no les contesta ni las llamadas, ni los mensajes.
Los empleados acusaron que el dueño se aprovechó de ellos a pesar de que sabe que algunos son padres de familia y madres solteras, que dependen de su paga para llevar el sustento a sus familias.