A Eudoxio le dan fuertes dolores en los brazos, el herpes que le detectó el médico en 2023 lo obliga a tomar medicamentos. Sus nervios son los más afectados, dice.
Se trata de un hombre de 76 años de edad que vive a escasos 200 metros del relleno sanitario intermunicipal de San Pedro Cholula.
Él está convencido que sus males se arreciaron a causa de la contaminación que causa este basurero que fue instalado aquí en 2017.
“El doctor me dijo que esto (el herpes) me dio por la contaminación”, asegura el habitante del fraccionamiento Las Garzas, ubicado en territorio de Juan C. Bonilla, en una entrevista con MTP Noticias.
Lo atribuye al consumo de agua de pozo así como lechugas, coliflor, cilantro, entre otras verduras que él mismo siembra ya que cree que el líquido contaminado del relleno ha alcanzado su terreno.
El depósito, también nombrado Planta Procesadora de Residuos Sólidos, operado desde hace siete años por Profac Hidrolimpieza fue clausurado definitivamente por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) el pasado 21 agosto de este 2024.
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Sin embargo, eso no le da tranquilidad a quienes habitan en las inmediaciones pues ahí sigue una montaña de desechos que todos los días riega lixiviados (líquidos de la descomposición de la basura).
Pues los sigue poniendo en riesgo ya que, aseguran, ha repercutido a sus pozos, en el aire que respiran, al grado de llegar a causarles enfermedades.
“No soy el único, hay niños que se han enfermado, principalmente de la piel. Le han preguntado a los doctores a qué se debe y les dice que es por la contaminación”, dijo Eudoxio.
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Advirtieron enfermedades desde hace siete años y nadie les hizo caso
Estas son parte de las razones por las que un grupo de activistas y pobladores de San Andrés Calpan se organizaron para empezar una resistencia contra este basurero el 27 de julio de 2015.
Desde entonces, el mismo día que José Juan Espinosa, entonces presidente de San Pedro Cholula, se disponía a inaugurar el nuevo relleno sanitario intermunicipal, empezaron las consignas de “¡fuera, fuera!”.
El político aseguró que los municipios no llevarían ahí su basura hasta que habitantes inconformes no estuvieran convencidos de que no contaminaría.
El relleno sin mayores estudios, inició a operar dos años después, en 2017.
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Leonardo Lázaro, quien era edil de Calpan en ese entonces, exigió el estudio de impacto ambiental.
Sin embargo, no fue entregado para descartar que los lugareños y zonas de riego no corrieran peligro.
Para calmar los ánimos, también se aceptó que los habitantes de ese municipio desecharan ahí.
Ahora que han pasado siete años, los habitantes desconocen qué tanto ha causado daño el relleno, pues cada día hay habitantes que culpan el depósito de sus males.
“No podemos saber hasta dónde ha llegado la contaminación”, dijo uno de los integrantes de la Unión de Pueblos y Fraccionamientos contra el Basurero.
Esto, mientras se mantiene en el plantón frente al depósito, como una forma de asegurarse de que ya no vuelva a operar.
El hombre, quien evitó proporcionar su nombre con la justificación de que su seguridad y libertad está en peligro, “por defender el agua y la tierra”, dijo a este medio que ninguna autoridad se ha preocupado por la salud de ellos.
Por eso decidieron presionar con protestas para hacerse escuchar.
Aseguró que los lixiviados han avanzado ya que el agua de lluvia permite mayor extensión hasta penetrar los mantos acuíferos.
Piden que Profepa “verifique” el daños que causó el basurero
El abogado de la Unión de Pueblos Cholultecas y Fraccionamientos, Juan Carlos Flores, enfatizó que el proceso contra Profac Hidrolimpieza ante la Profepa sigue.
Aún falta que verifique el daño ambiental que causó el basurero, “para que establezcan las medidas de reparación y sanciones por ley”.
“Los pueblos estaremos atentos a verificar los daños causados, la empresa pretende dejar así el basurero, cuando diariamente se siguen filtrando los lixiviados al subsuelo”, puntualizó.
El 27 de agosto pasado, en una conferencia de prensa en la ciudad de Puebla, insistió en que la empresa deberá cumplir de manera urgente las medidas.
Esto para el adecuado manejo de los lixiviados y el gas natural que genera el depósito, ya que eso puede causar más enfermedades.
Recordó que la Planta Procesadora de Residuos Sólidos se vendió a los ayuntamientos como un “basurero seco”.
Ahí realizarían la separación y compostaje de basura orgánica y así aprovechar lo reciclable, compactando lo demás.
Sin embargo, acusó, que en el sitio sólo rescataban lo más valorable y el resto, lo enterraban en la zona de composta y la laguna del lixiviados, sin ser compactados.
Según un recorrido que hizo MTP Noticias el pasado 26 de agosto, de la montaña de basura emanan líquidos de agua contaminada de distintas coloraciones que alcanza las milpas más cercanas.
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Uno de los cinco amparos que la Unión de Pueblos y Fraccionamientos contra el Basurero interpusieron entre el 2019 y 2024, reveló que Profac Hidrolimpieza solamente tiene permiso para operar en 3.9 hectáreas, sin embargo actualmente opera 7.64.
Esto significa que se ha expandido en 3.74 hectáreas de manera ilegal, incluyendo los siete mil metros cuadrados del antiguo relleno sanitario de San Andrés Cholula (clausurado en 2005).
Para el 2023, los activistas documentaron que se había hecho de tres hectáreas más y en febrero de 2024, detectaron la ampliación ilegal en otras 2.7 hectáreas aledañas.
En su adquisición más reciente, solo alcanzaron a rascar 20 metros de profundidad, no lograron desechar basura.
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Después, los activistas ventilaran lo que ocurría, el ayuntamiento de San Pedro Cholula clausuró en febrero de este 2024.
Esta perforación al predio puso el evidencia que a 20 metros de profundidad se encontraron lixiviados.