La forma en que un político reacciona ante un escándalo o encrucijada permite ver su tamaño como hombre de poder.
Hay casos realmente bochornosos como el de Mario Marín Torres que ante el escándalo por las grabaciones sobre la detención de la periodista Lydia Cacho Ribeiro optó por la peor estrategia: la confrontación, negar lo evidente y permitir su crucifixión pública.
Tras la patética exhibición decidió encerrarse con sus compadres y amigos para despachar solo la mitad del día, porque el resto se difuminaba entre los placeres de Dionisio.
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Otro caso es la familia Mier Bañuelos.
Dos frases fueron suficientes para que se hundiera en la peor crisis que hayan enfrentado en su carrera política.
“Un hecho criminal” y “una ejecución”.
Cinco palabras pronunciadas por el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta que dejaron a la vista su indignación por el asesinato de los agente estatales de investigación Adán, José Miguel y Guillermo, a manos de elementos de seguridad pública de Tecamachalco, entre ellos el titular Oscar Alejandro Santizo Méndez.
Fueron, además, las 27 letras compuestas que acompañaron a las versiones de que los agentes fueron ultimados con el tiro de gracia.
Hecho criminal, ejecución, tiro de gracia, persecución, asesinato fueron las palabras que acompañaron los días en que se conmemora el inicio de la Revolución Mexicana.
Ejecución y hecho criminal no son frases sencillas de pronunciar. Conllevan la seguridad de cómo ocurrieron los hechos. Una historia sobre otra historia en un municipio sujeto desde hace décadas a los designios de los líderes criminales.
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Y ante la peor sentencia en su carrera política, la familia Mier Bañuelos respondió con una sola acción: el silencio ominoso.
Para ser un municipio gobernado por el hijo del presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Ignacio Mier Velazco, la capacidad de reacción del cachorro fue desastrosa. Confusión, exculpación, salida por peteneras, fueron las maromas a las que recurrió el alcalde, pero sobre las palabras pronunciadas por el mandatario el 21 de noviembre no hubo respuesta.
En las raquíticas redes sociales del Ayuntamiento de Tecamachalco solo existen videos con una postura que se desmoronó como castillo de naipes. Lo que sí informó el cachorro fue que había asistido a la Ciudad de México “dando continuidad a acuerdos con diferentes instancias del gobierno federal para que en breve iniciemos acciones paralelas”. (¡Ah!, y que la presidencia municipal había sido reabierta).
Pese a la gravedad de los hechos, el diputado federal Ignacio Mier Velazco también optó por callar todo el fin de semana. Ni una sola mención ni un solo tuit de consternación, pésame o llamado a investigar los hechos.
Lo que sí hubo fueron fotografías del coordinador del Grupo Parlamentario de Morena en San Lázaro acompañando al presidente Andrés Manuel López Obrador en la ceremonia y desfile revolucionario.
Curioso: Mientras en el bastión de la familia Mier todo estaba de cabeza, en la Ciudad México se pretendió hacer creer que no pasaba nada.
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Incluso, este lunes el legislador subió una esquela en solidaridad al secretario de Gobernación federal por el fallecimiento de su señora madre. (Para los hombres de poder esquelas, para los muertos en tierra de su hijo, silencio).
Mier Velazco cerró su jornada de este lunes con un tuit con fuerte tufo de priismo setentero.
“Hoy sostuve un encuentro republicano con el Presidente @lopezobrador_, hablamos de varios temas y le expresé mi felicitación por haber puesto una vez más en alto el nombre de México durante el encuentro con sus homólogos de Estados Unidos y Canadá.
“También le puntualicé algunos aspectos que tienen que ver con la #ReformaEléctrica y el proceso que vamos a seguir para su discusión en la @Mx_Diputados. En este tema vamos a privilegiar la demanda del pueblo de México y a escuchar a todos los interesados en el tema”.
Una vez más: hacer creer que no pasa nada.
Pero ante el silencio y la zalamera postura republicana anteceden dos frase: hecho criminal y ejecución. Y ante estas solo una respuesta: silencio.