Fue cancelada la Norma 236 que exigía en México la verificación físico-mecánica de los vehículos ligeros de menos de 3.8 toneladas.
En un comunicado emitido el domingo 6 de noviembre, la Comisión Nacional de Infraestructura de la Calidad de la de México anunció que esa verificación quedaba cancelada al considerar que afectaba la economía de las familias mexicanas.
Será a partir del próximo 1 de diciembre que esa disolución entrará en vigor para que los vehículos ligeros no realicen la revisión.
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- “Esta Norma podía afectar negativamente el ingreso de las familias mexicanas que utilizan sus vehículos como herramientas de trabajo”, reveló la Secretaría de Economía en su comunicado.
¿Qué es la verificación físico – mecánica?
Fue en mayo de este año que el Gobierno Federal aprobó y publicó la Norma 236 que llevó a incluir en los programa de verificación vehicular la revisión físico – mecánica y que es independiente a la inspección de gases contaminantes de los vehículos.
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De acuerdo con información del gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, la prueba físico – mecánica es una revisión dividida en cuatro etapas en las que se aplican los siguientes procesos y/o equipos:
- Alineador al paso: Determina cuántos metros se desvía de una línea recta el vehículo por kilómetro recorrido.
- Banco de Suspensiones: Determina el factor de amortiguamiento y masa del eje del vehículo. Determina el estado de la suspensión del mismo.
- Frenómetro de rodillos: Determina el estado de los frenos, ya sean de tambor o de disco; con lo que se podrá calcular la eficiencia del sistema frenado y la diferencia de fuerza de frenado máximo entre las ruedas.
- Detector de holguras: Se revisa la parte inferior del vehículo para asegurar el correcto funcionamiento del sistema de escape, del sistema de frenos y de los amortiguadores.
Dada la cantidad de elementos que esta verificación revisaba, la Secretaría de Economía determinó que implicaba gastos no previstos como las revisiones y ajustes necesarios al vehículo para aprobar las inspecciones, el pago de esa verificación y la reaparición del vehículo en caso de resultar con alguna avería u observación.
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La cancelación de esta verificación, detalla la dependencia federal, beneficia a la economía de la población mexicana que cuenta con vehículos de trabajo, familiares y de uso doméstico.