“No es mi culpa, yo siempre he cuidado a mi hija (…) yo simplemente confíe en su amiga, no era la primera vez que iba a su casa”, respondió Margarita Ortega mamá de Camila, al secretario de Seguridad seguridad Pública, Doroteo Vázquez, quien la culpó del feminicidio de su hija.
Tras sepultar sus restos este viernes 29 de marzo de 2024 en un panteón de Taxco de Alarcón, Guerrero, la mujer aseguró que el único pecado de su hija fue querer mucho a “esa niña y a su mamá”.
Y es que Ana Rosa, madre de la mejor amiga de Camila, planeó el secuestro de la menor a quien asesinó en complicidad de su hijo Alfredo y su pareja sentimental, José.
“Eran las personas equivocadas, me dieron la cara diferente (…). Yo la quería viva para que sufriera el mismo tiempo que yo voy a sufrir, sin mi hija, Ana no lo hizo sola, hay muchas personas con ella”, dijo Margarita sobre la muerte de la presunta feminicida.
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Dijo que no desea que ninguna niña pase lo que pasó Camila, pues además de arrebatarle la vida a ella, se la quitaron a una familia.
Tras el crimen de la menor Doroteo Vazquez, secretario de Seguridad Pública de Taxco de Guerrero, culpó a Margarita Ortega de lo ocurrido.
Entrevistado por una televisora, aseguró que a la mejor le faltó la vigilancia de su madre para evitar su feminicidio.
“Soñaba con ser enfermera”, recordó la mamá de Camila
“Cami era muy cariñosa, alegre, siempre andaba brincando, yo le decía que parecía que tenía resortes en sus piernitas. Iba a natación, le gustaba mucho nadar, le cortaron sus sueños, ella quería ser una enfermera, tenía muchos planes y yo con ella”, recuerda Margarita Ortega.
La mujer lamenta la amistad que tenía con Ana Rosa y su hija, pues considera que no eran buenas personas.
Recuerda que tanto la hija de la presunta feminicida de su hija como Camila, se visitaban y se llevaban bien.
Reveló que minutos después de la tarde del miércoles 27 de marzo de 2024, cuando su hija le pidió permiso para ir a nadar a casa de su mejor amiga, recibió un mensaje a su celular.
“Desde el celular de Camila lo hicieron, los mensajes me mandaron de su celular. Mi hija me pidió permiso y se fue y luego luego me mandaron los mensajes”, narró.
La última vez que vio con vida a su hija fue el miércoles y más tarde recibió mensajes del celular de la menor, en donde le exigían un rescate de 250 mil pesos para liberarla con vida.
“Lo tenían bien planeado, hay muchas personas metidas en esto. Ana no lo hizo sola”, dice al reprochar que las autoridades actuaron con lentitud, pese a la evidencia que había en las cámaras de vigilancia.
Recuerda que ellos reportaron de manera inmediata el secuestro y las autoridades no hicieron nada.
Por ello los vecinos, que conocían a Camila y a su familia, se inconformaron y sacaron a los presuntos feminicidas de su casa para entregarlos a las autoridades y evitar que se fueran.
Sin embargo, dice, las cosas se salieron de control y Ana Rosa y su hijo Alfredo, murieron tras la golpiza que les propinó la turba enardecida.
Por este hecho la Fiscalía liberó hasta este viernes la orden de aprehensión de uno de los tres presuntos feminicidas, José, quien era pareja sentimental de Ana Rosa.