Días antes de que en el municipio de Zapopan fuera asesinada Luz Raquel Padilla, una mujer de 35 años que dejó huérfano a un pequeño que padece autismo, su presunto feminicida la atacó con cloro, debido a un incidente que se suscitó con su mascota.
Lo anterior se dio a conocer en una de las declaraciones que dio ante un juez Sergio Ismael N, quien fuera su vecino y quien días después del asesinato de la mujer se entregó por cuenta propia ante las autoridades de la entidad de Jalisco.
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¿Cuál fue el relato que dio a conocer Sergio Ismael?
Según la versión de los hechos, en alguna ocasión Luz Raquel tiró por accidente una cubeta con agua, mientras esta última se encontraba en labores del hogar. Esto en el domicilio ubicado en la colonia Arcos.
Tras dicha acción, el perro comenzó a ladrar llamando la atención de Sergio Ismael, quien en un tono bastante eufórico le reclamó a la hoy fallecida, provocando así una fuerte discusión entre ambos.
Derivado de todo lo anterior, Sergio Ismael tomó una botella de cloro, la abrió y le aventó dicho líquido a Luz Raquel, provocando algunas lesiones un tanto graves, en el tórax y en uno de sus senos, que la propia mujer denunció más tarde en redes sociales.
En ese ánimo, el presunto feminicida ha sido acusado, de momento, por los delitos de lesiones, amenazas y acciones contra la dignidad de las personas.
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Luz Raquel, la historia de una muerte anunciada
Según testigos y vecinos del lugar, fueron cuatro hombres y una mujer los que realizaron el ataque en contra de Luz Raquel, quienes posteriormente se dieron a la fuga.
Rápidamente, la mujer fue llevada a la Cruz Verde; sin embargo, debido a que tenía quemaduras en el 90 por ciento de su cuerpo, fue trasladada al Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, en donde murió.
Luz Raquel, quien era parte de una colectiva llamada Yo Cuido México, había sido constantemente amenazada por Sergio Ismael debido a los ruidos que llegaba a realizar el pequeño tras las crisis que sufría.
Por si esto no fuera suficiente, compartió algunas fotografías de algunos ‘pintados’ en las paredes que señalaban que en algún momento la mujer iba a morir quemada.
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