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¡En Francia las luces no se apagan!

Una orquesta de cuerdas militar al costado derecho del patio de honor de la Universidad más antigua de Francia, la Sorbona, tan sólo detrás de la escultura de Víctor Hugo, ambienta en pleno otoño un homenaje a Samuel Paty, decapitado en un atentado terrorista el pasado viernes.

 

Un profesor de historia y geografía diplomado de la Universidad Lyon 2, padre de un niño de 5 años fue decapitado por un islamista radical de origen chechenio llamado Abdoullakh Anzorov, por haber mostrado en una clase donde se hablaba de la libertad de expresión, una caricatura del profeta Mahoma desnudo del polémico periódico francés Charlie Hebdo.

 

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Medios franceses, han dado a conocer que el profesor ya había alertado de su situación y que se sentía en peligro. Incluso la prensa revela tras investigaciones dadas a conocer, que la hija que informa al padre sobre la falta de respeto por las caricaturas mostradas, ni siquiera asistió a clase ese día y oficialmente estaría enferma.

 

Brahim Chnina padre de la alumna, subió a las redes sociales 3 videos llamando a una movilización contra el profesor y que fueron compartidos por la mezquita de Pantin en Facebook y Twitter hasta que estos videos llegaron a manos del joven de 18 años. También se dio a conocer que la media hermana de Chnina, desde el 2014 había estado en la zona Irak-Siria sin que hasta el momento se sepa más.

 

Después del ataque perpetrado frente al Colegio de Bois-d’Aulne, en Conflans-Sainte-Honorine en el departamento de Yvelines, todo ha pasado en el país galo. Ese mismo viernes el presidente francés Emmanuel Macron, en una intervención dado el acontecimiento fue enfático y directo: “No los dejaremos pasar”.

 

 

 

Poco importó que el toque de queda se aplicaría un día después en la nación de Voltaire.

 

Nada pudo detener la tristeza, las manifestaciones de solidaridad, los homenajes en público y en privado, ni las investigaciones por parte de la procuraduría nacional antiterrorista, ni las detenciones de las personas presuntamente involucradas, ni el rechazo hacia los actos violentos de radicales del islam.

 

A pocos días de cumplir 5 años de los atentados perpetrados en la capital del país, el 13 de noviembre del 2015, por también islamistas radicales que mataron en total a 137 personas, la llama del debate se vuelve a encender y de manera abrupta, sobre la laicidad del país y su política de recibimiento y tolerancia hacia otras prácticas religiosas.

 

Se clausuró la mezquita que respaldó el escarnio en redes sociales contra Monsieur Paty.

Se pidió la disolución del Colectivo contra la islamofobia en Francia.

 

Otra asociación ligada al islam, Barakacity, fue objeto de perquisiciones y detenciones de sus líderes.

 

La extrema derecha vía Marine Le Pen, exigió la expulsión de todos los radicales islamistas con ficha “S” como lo era Anzorov.

 

El grupo propalestino Cheikh Yassine, también será disuelto.

 

Ya lo dijo Macron: “No los dejará pasar y van con mano dura contra los radicales islamistas”.

 

El domingo pasado, la sociedad francesa completa se volcó a las calles parisinas en una marcha pacífica y en algunas otras ciudades de Francia como Marsella, Estrasburgo, Nantes, Burdeos o Montpellier -de hecho, en casi todo el país- en apoyo no sólo a Samuel Paty, sino a todo el sistema educativo y exigieron grandes reformas desde la apertura de puestos de enseñanza, mejora de salarios y en general una reivindicación de los derechos de los maestros y la protección del Estado francés. Una marcha que a pesar de las medidas sanitarias hizo eco en toda Europa.

 

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Hoy miércoles en punto de las 19:30 horas en el patio de honor de la universidad de la Sorbona, se rindió un solemne y emotivo homenaje nacional al profesor Paty, como símbolo del humanismo, de la educación como derecho universal del hombre, pero también como el lugar del espíritu de lumières.

 

 

Minutos antes en el gran anfiteatro de la Sorbonne, teniendo como testigo el cuadro “Le Bois Sacré” de Puvis de Chavannes, Macron entregó la Legión de honor a la familia de Samuel y a su hijo, de tan sólo 5 años. Acto protocolario a puerta cerrada sin prensa.

 

“One love”, del grupo británico U2 -la canción favorita de Monsieur Paty- se escuchaba al momento que 8 militares de alto rango marchaban para depositar el ataúd frente al patio de honor.
‘You say: one love, one life”

 

 

Y el silencio rompió las fronteras en plena noche otoñal parisina donde el viento se escuchaba en el regazo de Víctor Hugo.
Cristhope Capano, amigo íntimo del profesor asesinado, Dahlia, una exalumna de 14 años y una colega de trabajo pronunciaron algunos textos durante el homenaje. “Carta a las institutrices y a los profesores” de Jean Jaurès; “Cuando la infamia es legión”, poema del cantante Gauvain Sers y la carta de Alberto Camus a su profesor, Louis Germain.

 

Después vino la intervención de Emmanuel Macron.
“No voy a hablar de los cómplices ni de los terroristas que cometieron este crimen atroz, no lo merecen”. Prosiguió: “Quiero hablar de él como el hijo que fue, el padre, el colega, el profesor, asesinado por enseñar a ser un ciudadano”.

 

Durante 15 minutos el mensaje político se dejó escuchar entre líneas:

 

“Samuel Paty fue asesinado porque el representaría a la República francesa que renace cada día en el salón de clases, la libertad que se transmite y se perpetua en las aulas de la escuela. Él fue asesinado porque los islamistas quieren nuestro futuro”.

 

En la parte final del discurso afirmó que continuarán defendiendo la libertad, la laicidad sin renunciar a las caricaturas, ni a los diseños, aunque muchos no estén de acuerdo:

 

“Tenemos la voluntad de vencer al terrorismo, reducir los islamistas, continuar con la enseñanza, con el aprendizaje y siendo libres”.

 

Ya es de noche y la plaza de la Sorbona está repleta, los 8 militares salen del patio de honor y de fondo la orquesta toca Sinfonía número 3 de Mozart.

 

El silencio se apodera de los asistentes, en su mayoría estudiantes de liceos. La Marsellesa comienza a cantarse: Aux armes, citoyens ! Formez vos bataillons !

 

Para Macron, en Francia des lumières no se apaga, ni se extinguen y ya lo dijo, el combate por la libertad sigue y tiene rostro, el de Samuel Paty.

 

Por Rosa María Lechuga

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