A las cuatro de la tarde en punto, policías estatales cerraron la calle Aquiles Serdán Sur para tener mayor control en la zona, pues había amenazas de manifestación ante la llegada de siete de ocho candidatos a la presidencia de Puebla capital que participarían en un debate en el Instituto Electoral del Estado (IEE), ubicado en San Felipe Hueyotlipan.
El primero en arribar fue Edgar Yamil Yitani de Movimiento Ciudadano. Diez minutos después arribó Roberto Ruíz Esparza del Verde, y casi de inmediato Evelyn Hurtado, de Nueva Alianza; Alfredo Victoria del Partido Encuentro Solidario (PES).
En eso las porras irrumpieron. Era la mamá de Rivera Vivanco, Eloísa, quien encabezó a un grupo de brigadistas que llegaron a gritar para animar la participación de Claudia, quien llegó acompañada por algunos de sus colaboradores y Liza Aceves, quien horas antes renunció a la segunda posición de regidores de su planilla.
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Antes de ingresar al órgano electoral, ambas mujeres se dieron un abrazo como si fuera el final o el último encuentro, en medio de versiones que apunta que Liza ya se bajó de la campaña y que tampoco será más la coordinadora.
Después de ella llegó el panista Eduardo Rivera Pérez, candidato común del PAN, PRI, PRD, PSI Y CPP, acompañado por Pablo Montiel uno de sus cercanos colaboradores. Posó para la foto y subió a la sede para el encuentro.
El último en desfilar fue el otro Rivera, Eduardo Rivera Santamaría de Fuerza por México.
#DebatePuebla2021 | Más de 80 simpatizantes y Eloísa Vivanco (@VivancoEloisa), madre de la edil con licencia Claudia @RiveraVivanco_, se encuentran afuera del @Puebla_IEE apoyando con porras a la candidata a la reelección en el municipio de #Puebla. | Vía @Mitzi_Pulido ? pic.twitter.com/2YwPnkHtD7
— MTP Noticias (@MTPNoticias) May 30, 2021
Entre la lluvia y las pizzas
Poco después de empezar el debate se empezaron a escuchar porras y gritos de apoyo hacia la candidata de Juntos Haremos Historia. Pasó la primera hora y la familia Rivera Vivanco pidió pizzas por una plataforma de comida a domicilio, todos comenzaron a comer, pero llegó la lluvia y cambiaron su cómodo lugar en las jardineras al techo de una gasolinera de la zona.
Por dos horas se hizo el silencio en la zona, hasta que se detuvo la lluvia y estaba a punto de salir la edil con licencia del debate y ante todo pronóstico todos salieron de sus refugios contra las gotas para seguir gritando, pues llegó el auto de Rivera Vivanco tocando el claxon.
Ella salió del auto con las manos en alto en muestra de una supuesta victoria y los brigadistas la recibieron con porras de “¡presidenta, presidenta!”, hasta que tuvieron que moverse y dispersarse para dejar pasar a los automovilistas de los otros candidatos.
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Eduardo Rivera Pérez hizo lo propio pero desde un salón social, mientras que los demás se fueron como llegaron: solos.