Como si se tratara de un rockstar, Eduardo Rivera Pérez fue bajando de las escaleras de Palacio Municipal, después de que le aprobaran licencia definitiva como edil.
Frente decenas de celulares que grababan el momento a lo alto, se paró un momento, se quitó la corbata, el saco, se aremangó la camisa blanca y continuó bajando.
Dejó el papel de presidente de la ciudad de Puebla, por segunda ocasión, a un año de terminar la administración y se metió en su papel de precandidato de la coalición ‘Mejor rumbo para Puebla’, conformado por el PAN, PRI, PRD y PSI.
Alzó la mano derecha y saludó sonriente a la par que iniciaron las consignas de “¡Lalo gobernador, Lalo gobernador!”.
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En medio de las porras fue saludando mano a mano a algunos trabajadores que se congregaron en el patio del Palacio Municipal alrededor de las 19:00 horas. Con otros se tomó selfies. Los más animados ya le decían “gobernador”.
Se abrió paso en medio de la multitud y de la mano de su esposa Lilia Ortiz, también hasta este 21 de diciembre presidenta honoraria del Sistema Municipal DIF caminó sobre la Juan de Palafox y Mendoza, frente al zócalo.
Cruzó la Plaza de Armar hasta llegar a la esquina de la 3 Poniente y la 16 de Septiembre, una calle que recientemente volvió peatonal.
Ahí ya estaba un pequeño templete en donde se subió con Lilí. Fue ella quien empezó a hablar. Desde un megáfono dijo que se sentía orgullosa del marido que tiene pues no solo es un buen servidor público sino una persona noble, pues pudiendo quedarse como presidente municipal, dio el paso en buscar la gubernatura de Puebla en la elección del 2024.
“Me siento sumamente orgullosa como esposa de tu liderazgo, de tu profesionalismo, pero en especial, por tu generosidad, porque pudiendo Eduardo quedarse en el Ayuntamiento y pudiendo reelegirse, porque estamos haciendo un excelente equipo con toda la sociedad, da ese paso adelante (en ir pro la gubernatura)”, dijo.
Liliana cerró con un “vamos a ganar la gubernatura”, y los vítores de “la vamos a ganar”, arreciaron.
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Después, Eduardo Rivera tomó el megáfono y como si se tratara de un mitin, dio un discurso victorioso.
Agradeció a los trabajadores que lo acompañaron en estos dos años de trabajo y les informó que se separó del cargo como edil para ir por la gubernatura.
Ahí se encontraban panistas y priistas, como el líder estatal del PRI, Néstor Camarillo, quienes lo acompañaron en esta despedida.
“Si decidí participar, no es solamente porque quiero ser uno más. Si decidí participar es porque somos los mejores y vamos a ganar esta elección”, destacó.
Ahí se escucharon los ánimos de “eres el mejor”, “eres trabajador”.
Repitió que Morena no es invencible como lo demostró en 2021 y destacó que en 2024 le dará “una recetada”.
“¡Sí se puede, sí se puede!”, se escuchó de manera unánime y él reforzó con “¡Claro que se puede!”.
¿Por qué Rivera dice que la elección es entre él y Armenta?
En entrevista previa, Eduardo Rivera ignoró que Movimiento Ciudadano también participa en ésta elección pues consideró que la gubernatura está únicamente entre él y Alejandro Armenta de Morena.
“Hay dos y esa es la disyuntiva que va a haber en este proceso electoral: un mejor rumbo para el estado de Puebla o que las cosas sigan igual”, instó.
Su precampaña inicia el 25 de diciembre con un spot, pero a partir del 26 de este mes, empezará recorridos en municipios como Teziutlán, Chignahuapan, Zacatlán, Tehuacán, San Martín Texmelucan, y Tepeaca.
Así inició otra etapa en la vida política de Eduardo Rivera, cuya licencia definitiva fue avalada horas previas por unanimidad de regidores.
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En su lugar quedó uno de los suyos: Adán Domínguez, hasta hoy en la mañana, gerente municipal, un personaje que le ha sido leal desde años atrás.
