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Alumnos del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Oriente y compañeros de Aideé proporcionaron información que es analizada por la procuraduría local para esclarecer el homicidio de la joven, quien recibió un disparo mientras tomaba clase dentro de un salón.
Aseguran que posiblemente la bala provino del arma de un grupo de presuntos narcomenudistas que operan en las inmediaciones del plantel.
En este sentido, se dio a conocer, con base en estudios periciales que la ojiva que mató a la estudiante fue de un arma calibre 9 milímetros y no una 22, como se pensó en un principio por el tamaño de la herida y el sonido tenue que escucharon los compañeros de clase de Aideé minutos antes que la joven cayera al piso, de acuerdo con información de El Universal
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‘BALA PERDIDA’
El Instituto de Ciencias Forenses (Incifo) determinó, luego la necropsia, que la causa de la muerte fue por impacto de bala que atravesó el tórax y abdomen, penetrando las dos cavidades y la bala quedaría alojada en esta zona. Con esta información, los peritos de la procuraduría capitalina establecieron como primera hipótesis que posiblemente fue una “bala perdida” que provino de varios metros de distancia del aula.
Sin embargo, la investigación no es concluyente, pues aún faltan por realizan otros peritajes, así como una reconstrucción de los hechos. Compañeros de Aideé declararon que en las inmediaciones del salón, donde ocurrieron los hechos, merodeaban por lo menos 4 estudiantes a quienes identifican como “vendedores de drogas” en el CCH.
Detallan que “dieron dos vueltas de manera sospechosa”, después de eso escucharon detonaciones y la estudiante cayó al piso.
Las indagatorias se centran en identificar a los supuestos narcomenudistas.
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Crédito: Vanguardia
