¿Qué está pasando con la sociedad poblana? Esta pregunta la realicé muchas veces durante el fin de semana.
Puebla fue otra vez el foco de la noticia, en Tehuacán un hombre intentó asesinar a su esposa a golpes con el tacón de una zapatilla, la pata de la base de una cama y la aventó de las escaleras.
Los dos estuvieron separados durante dos años y ella aceptó, por compasión, que José Julio regresara a vivir a su casa, por la pandemia del coronavirus.
Pero, eso no justifica que recibiera tan cobarde pago por parte del hombre ¿no creen?
Sara se encuentra delicada de salud en una clínica de dicho municipio y su familia está buscando los recursos suficientes para poder solventar los gastos.
El hombre ‘ya pasó’ sus primeras noches en la cárcel y fue vinculado a proceso e investigado por los delitos de violencia familiar y lesiones.
¿Quién tiene el derecho de golpear, lesionar e intentar matar a una mujer que día a día intenta superar el trago amargo de una relación tóxica?
¿Cuántas hemos estado dentro de una relación así? ¿Cuántas?
Cuando estaba en plena pregunta, me llegaron a mi página de Facebook unas terribles imágenes, en ellas se observaba el cuerpo de una niña de 7 años brutalmente golpeado, con heridas de gravedad terribles. No saben el dolor que sentí al verlas.
Tras pedir informes, me dieron la terrible noticia, la niña se llama Yatziri, y era brutalmente golpeada por sus papás. ¡Sí, sus papás! Ese par de personas que tendrían que dar hasta su vida por ella. ¡Vaya ironía!
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Más tarde, se dio a conocer que su hermanita, de tan solo 3 años, había fallecido por asfixia y que sus padres ya habían sido detenidos y estaban siendo investigados.
Yo no tengo hijos, pero tengo una hermana y una pequeña sobrina a quienes quiero como si fueran mis hijas, por quienes veo todos los días, por quienes, desde mi lugar, lucho para que ellas tengan una mejor calidad de vida, y no les pase este tipo de cosas. Créanme, como muchos de ustedes, repudié tanto los golpes, el dolor que esta Yatz sufrió.
¿Cómo es posible que a este tipo de personas se les pueda llamar padres?
¿En qué cabeza cabe el poder lesionar a una niña o niño que no puede defenderse, siendo tu hij@?
Pero lamentablemente, esta historia es una de las tantas que se viven día con día en la ciudad de Puebla, el municipio más importante del estado.
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¿Se imaginan cuántos niños están sufriendo en sus casas, en medio del confinamiento por la pandemia del Covid-19?
En estos hechos, las víctimas son de diferente rango de edad, de diferentes municipios, pero son mujeres, no es posible que ni en nuestra propia casa, con nuestros padres, sigamos seguras. No es posible que la violencia esté cobrando vidas.
No toda la carga se la echemos al gobierno, por favor, nosotros como ciudadanos tenemos la responsabilidad de cambiar nuestra historia, porque este tipo de cosas no suceden porque sí, vienen de atrás, de familias, generaciones.
Si queremos cambiar el rumbo, debemos comenzar desde casa, desde niños, fomentando valores, enseñanzas y educando bien a nuestros hijos, porque sonaré a un conocido partido político, pero, ellos son el futuro de nuestro país y la verdad, yo no quiero que mis hijos conozcan este tipo de tragedias.