En vista del éxito obtenido en la anterior columna, aquí les relataré el desenlace de aquella historia, porque muchos se quedaron picados.
Cuando me refería a que la vida te puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos, déjenme decirles que no mentí; todos creímos que la ‘chica’ del ‘Royal’ prácticamente se había sacado la lotería como presidenta honoraria del DIF, o por el simple hecho de ser la esposa del joven alcalde, ¡¡¿Pero qué, creen?!!, ¡No!, no fue así.
No todo fueron lujos y caprichos, bueno sí, pero de pronto pasó lo inesperado, pues al tiempo que la vida bien acomodada generaba placer a la ‘chica’ del ‘Royal’, uno de sus tantos gustos acabó con todo.
Fue en el año de 2015, cuando ya había terminando el periodo de gobierno del joven presidente, que todo se vino abajo; la relación tronó y se separaron (algo así como ‘La gaviota’ y Peña Nieto, cuando se acabó el poder).
La ‘chica’, al alejarse del joven político, comenzó su propia vida, al no quedar desamparada, seguía dándose sus lujos; en febrero de ese mismo año, acudió a un spa, en Chiapas; fue a probar una de esas cámaras bronceadoras, (para agarra un buen color), sin imaginar que ahí acabaría su vida.
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Una mala jugada del destino, (dicen), cambió la historia, pues la joven norteña resultó con quemaduras severas, que la tuvieron varios días hospitalizada en Ciudad de México, pero no logró salir victoriosa y murió.
Pero ahí no acabó todo, ya que la ‘chica’ del ‘Royal’ tenía una pequeña de 9 años, a la que ‘amablemente’ el joven político adoptó cómo su hija, todo iba bien, hasta que salió a la luz una demanda por parte de la abuela, sí, reclamando que el ex presidente,(ahora legislador de Puebla), tenía secuestrada a la menor.
La Fiscalía de Nuevo León, (Estado de donde era la ‘chica’ del ‘Royal’) argumenta que de acuerdo con documentos, la niña no tiene parentesco con el político poblano, y acusan que mantienen incomunicada a la menor con su abuela, desde el año 2015 a la fecha.
Lo peor, es que se cree que la muerte de la ‘chica’ ‘Royal’, no fue accidental, puesto que la hija de ahora 10 años, es beneficiaria de un jugoso seguro que la madre dejó contratado cuando vivía con el joven político.
Esta es la segunda parte de una historia que sigue su curso, espero no los haya dejado más picados; esperen más, gracias por leerme;
¡Pórtense mal!