No hay duda alguna de que el Zócalo de Puebla es el corazón de la capital de la entidad, pues ahí se sitúan los principales monumentos y edificaciones, así como el hecho de que es a partir de este que comienza el trazo completo de las calles.
Hoy en día es muy común ver a las familias caminar por estos jardines y disfrutar un tanto de la panorámica que ofrece; sin embargo, no siempre fue así, pues a través de los años esta Plaza Mayor fue modificándose gracias a las autoridades en turno.
Por tal motivo, en MTP Noticias decidimos contarte todos y cada uno de los detalles que sabemos acerca del origen del punto central de Puebla.
¿Cuál es el origen del Zócalo de Puebla?
El origen de la Plaza Mayor o Zócalo de Puebla se remonta a 1531, año de la fundación de la ciudad. Una vez que se escogió el terreno, se optó por un patrón de manzanas rectangulares que se inspiraban en el nuevo humanismo renacentista.
Una vez que se construyó la manzana central, los fundadores decidieron que era bueno ubicar a su alrededor los edificios de los poderes civil y eclesiástico a imitación de las ciudades españolas.
Al Zócalo de Puebla se le dio, de acuerdo al sistema antiguo de medidas, 200 varas de largo, corriendo de oriente a poniente y 100 de norte a sur. Estas sirvieron como medida para las demás manzanas, formando de esta manera un emparrillado reticular.
Además, en las esquinas se colocaron las esculturas regaladas por colonias de extranjeros radicados en Puebla, entre estas se encuentran la alemana, española, sirio-libanesa e inglesa, así como otros monumentos como el dedicado al Ejército de Oriente, que defendió la ciudad del sitio francés de 1863.
Usos de la Plaza Mayor en Puebla a través del tiempo
Desde un principio, la Plaza Mayor se dedicó para el mercado de productos, recibiendo el nombre de Tiánguis. Este perduró por trescientos veintitrés años hasta que el presidente municipal Baltazar Furlong le dio su primera renovación, dotándola de jardines, pisos, lámparas, bancas, entre otros ornamentos.
La plaza mayor fue también el sitio donde se aplicaban las sentencias del tribunal de la Audiencia, hubo en los primeros años una picota de madera en la que se exponían a los reos a la vergüenza y la horca para la pena capital.
Dicha horca se aplicaba en el centro de la Plaza, tal como se observa en el plano de 1754, un armazón sostenido por cuatro palos, pero esta se terminó hacia 1729, por la llegada de las remisoriales relativas a la canonización de Juan de Palafox y Mendoza.
Por si lo anterior no fuera suficiente, el Zócalo de Puebla también se empleó para diversiones de índole sacro y pagano, siguiendo la costumbre medieval en la plaza mayor o en el atrio de la catedral se hicieron funciones teatrales durante los siglos XVII y XVIII.
Estas fiestas o comedias no siempre contaron con la aprobación del Cabildo eclesiástico. Originalmente, las celebraciones de Corpus Cristi eran acompañadas en la Octava (8 días después) con autos religiosos, que con el tiempo fueron perdiendo predilección imponiéndose las comedias profanas.
Actualmente, como ya se mencionó, nada de esto ocurre, y el Zócalo de Puebla adquirió más un papel turístico para los visitantes, así como un sitio de relajación o tiempo familiar para los locales y también un escenario para las protestas, pues ahí está la presidencia municipal.