La temporada de Todos Santos o Día de Muertos en México es una celebración que desde hace cientos de años se conmemora en México como una forma de honrar a nuestros seres queridos que partieron de este mundo, la cuál se ve reflejada en tradiciones milenarias en Puebla.
En el caso del estado de Puebla, varios municipios conmemoran la llegada de sus seres queridos que el primero y dos de noviembre vienen a visitarlos con ofrendas y altares conformados por la comida favorita de los difuntos antes de que fallecieran.
Huaquechula, Tochimilco, Ahuatempan, Cuetzalan y Coyotepec, son algunos de los municipios que todavía preservan las tradiciones prehispánicas en conjunto con la actualidad para esperar a sus seres queridos.
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En MTP Noticias te dejamos las ofrendas con más historia en el estado de Puebla.
Altares monumentales de Huaquehula, invierten hasta 50 mil pesos
Huaquechula es uno de los municipios que más atrae la curiosidad de los visitantes por sus peculiares altares monumentales adornados con tela blanca.
Estas ofrendas están conformadas por tres niveles, el primero y más grande tiene todas las comidas y bebidas favoritas del ser querido que ya no está y en caso de ser niños también colocan su juguete favorito.
El segundo nivel tiene a las deidades católicas y el tercer piso representa el cielo.
Cada uno de estos altares tiene un costo promedio de entre 30 y 50 mil pesos, esto sin contar la comida que regalan los habitantes de las casas que colocan las ofrendas a los visitantes que recorren el corredor de ofrendas durante estas fechas.
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Ofrendas nuevas de Ahuatempan: altares en forma de chozas
En Ahuatempan, un municipio ubicado en la Mixteca baja en Puebla, colocan las conocidas como ‘Ofrendas nuevas’ desde la época ancestral, las cuales son unos altares en forma de chozas.
Entre los elementos que ocupan elementos de la cultura popoloca con palma bordada para hacer la estructura de la choza y paredes de petate con materiales propios de la región.
En su interior colocan velas, flor de cempasúchil, agua, ceniza y alimentos típicos de Ahuatempan como mole, pan de muerto, maíz, tequila, pulque, tejocotes, jícamas y naranjas.
Cuetzalan en la Sierra Norte de Puebla celebra Día de Muertos con globos de papel
En Cuetzalan, Pueblo Mágico inmerso en la Sierra Norte de Puebla, conmemoran el Día de Muertos en el cementerio que se encuentra en el atrio de la Iglesia de los Jarritos.
Aquí adornan las lápidas con flores de cempasúchil y colocan los elementos básicos de una ofrenda como comida, sal, agua, fruta e imágenes de deidades para acompañar a sus difuntos en el regreso a la Tierra durante el primero y dos de noviembre.
Además, suelen fabricar y soltar globos elaborados de papel para iluminar el cielo durante estas fechas y acompañar el camino de las almas de los fieles difuntos.
Ofrendas de Tochimilco para el primer año de fallecidos
Desde tiempos ancestrales en Tochimilco ubicado en la zona de Izúcar de Matamoros colocan ofrendas monumentales para sus fallecidos, pero en los últimos años esta tradición se ha expandido para permitir la llegada de visitantes.
Aquí también colocan ofrendas monumentales únicamente el primer año de muerto de su ser querido y el resto de años son altares más sencillos e incluso aquí elaboran una ofrenda hecha a base de pan.
Los elementos básicos de las ofensas en este municipio son los panes que elaboran aquí mismo, flor de cempasúchil, sal, agua, mezcal, comida típica de la región como tlacoyos o memelitas y fruta de temporada y aquí los velan durante tres noches.
Quema de ceras en Coyotepec: Mixteca poblana
La conocida como ‘la noche grande’ o la ‘noche de los difuntos’ es una tradición en Coyotepec desde hace cientos de años, cuando empezaron a velar a sus difuntos en el panteón municipal de esta comunidad.
Aquí, los familiares acuden al cementerio para esperar a sus familiares con la tradicional ‘quema de ceras’, pues los velan toda la noche con velas encendidas para guiar su camino.
Además, colocan flor de cempasúchil para que el olor también ayude a las almas a venir a visitar a sus familiares, sin embargo, este municipio cada vez tiene menos población debido a que los jóvenes migraron a otras ciudades o a Estados Unidos por la mala economía de la zona.
