“Son tres muertos, justicia-paz sr. Gobernador”, se leía en una manta gigante que fue colocada en medio de los ataúdes de Omar, Teófilo Barrera y Marcelo Carrera, en la plaza principal de Coyomeapan, Puebla.
En este punto se reunieron quienes simpatizan con Morena-PT. Incluso, las marcas de este partido político se colocaron en otra lona blanca que fue colgada para recriminar estos tres asesinatos, presuntamente a manos de la policía estatal.
En cada una de las tres cajas donde yacían los cuerpos de las víctimas, fue colocada una cartulina con sus nombres y sus edades.
Destacaba el de Omar. Un adolescente de 15 años que fue despedido en un ataúd color blanco, ese color que representa el de la “inocencia”, pues se considera que los menores de edad aún no deberían enfrentar los problemas de los adultos.
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Sin embargo, la tarde de ese 9 de mayo, Omar viajaban con otros hombres en una camioneta roja cuando se escucharon los balazos que, según el colectivo ‘Unidad por Coyomeapan’, los civiles no iban armados como aseguró la Secretaría de Seguridad Pública estatal.
Omar fue alcanzado por las balas al igual que Teófilo Barrera de oficio agricultor y el albañil Marcelo Carrera.
Otras cuatro personas que escaparon entre la maleza fueron heridos de bala. Así lo ha reconocido el propio gobernador Miguel Barbosa Huerta quien ha garantizado justicia para las víctimas.
Estos tres campesinos fueron despedidos como héroes en esta parte de la Sierra Negra de Puebla, pues les cantaron el himno nacional en náhuatl y vitorearon sus nombres.
Durante el cortejo fúnebre, los pobladores que participaron exigieron cárcel para los Celestino, aquella familia que lleva 13 años gobernando el municipio y que a partir del 2021 se le rebelaron pues según ellos, no quieren seguir bajo una familia de casiques que han buscado el control de la región.
Este conflicto político es justamente lo que mantiene en la ingobernabilidad al municipio pues la presidencia está tomada y hay dos grupos disputándose el control, lo que ha generado mayor confusión con estas muertes.
Y es que algunos culpan a los Celestinos, otros, a los policías estatales al asegurar que ese 9 de mayo buscaban detener a integrantes de su movimiento para beneficiar a los Celestino y que terminó en esta tragedia.
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?Al grito unísono de "¡cárcel para Celis Celestino Rosas!", "¡cárcel para Araceli Celestino Rosas!", entierran este 12 de mayo a tres pobladores asesinados en un enfrentamiento con policías estatales el 9 de este mes.
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¿Qué pasó aquel 9 de mayo?
La tarde noche de ese 9 de mayo, dieciséis hombres viajaban en una camioneta roja cuando sin razón alguna policías estatales que se encontraban en la zona les dispararon hasta conseguir que algunos se resguardaran en la maleza.
En un inicio, la Secretaría de Seguridad Pública estatal difundió que sus agentes fueron atacados por civiles armados, razón por la que repelieron la agresión, dejando como saldo a este número de personas.
La versión que dieron desde Tehuacán es que las personas regresaban de la comunidad de Iztaxochitla, cuando en el camino se encontraron varias patrullas, una de las cuales tenía ponchadas las llantas y les comenzaron a disparar.
Uno de ellos reveló:
“Nos vienen a acusar de que llevábamos armas, nosotros en ningún momento llevábamos armas, somos humildes no tenemos armas, a nosotros nos emboscaron en ese lugar, no dudaron en tirar a matar, hoy nuestros compañeros se encuentran muertos”.
Los muertos en este hecho son: un menor de quince años de edad llamado Omar; Teófilo Barrera de oficio agricultor y el albañil Marcelo Carrera, de acuerdo con los pobladores.
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Por Irving Sánchez / @irvingsannz
