“Trabajaban en una bomba de gasolina en una estación de servicio y no de gota a gota”, dicen César y Ana María, hermanos de Diego y Carolina y cuñados de Luisa Fernanda, los tres colombianos asesinados, emplayados y abandonados en el camino a Alpuyeca el seis de marzo de este 2024.
Los cuerpos permanecen en el Servicio Médico Forense de Puebla, pues de acuerdo al fiscal Gilberto Higuera Bernal, siguen en el proceso de verificación de sus identidades.
Mientras que en Ibagué, Colombia, los familiares realizan rifas y colectas, pues aseguran que no han reunido los recursos necesarios para repatriar los restos.
El 14 de diciembre de 2023 abandonaron su natal Ibagué, Colombia, para buscar por segunda vez el sueño americano, pero antes avisaron que estarían trabajando en Puebla, México, para juntar dinero.
“Les proponen un trabajo y se van. Al llegar allá siempre nos cuentan que están trabajando en una bomba de gasolina, que estaban bien”, dijo Ana María hermana de Diego y Carolina a medios colombianos.
Su hermana le hacía videollamada todos los días a su madre, la última vez que se comunicó con ella fue el tres de marzo.
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Al perder la comunicación con sus hermanos comenzaron a preocuparse, sin embargo pensaron que quizás habían emprendido el viaje ya a Estados Unidos y por eso no les contestaban.
El seis de marzo en Puebla en el camino a Alpuyeca se encontraron sus cadáveres emplayados y con un presunto mensaje de amenaza firmado con las siglas CJNG.
Hasta el nueve de marzo, los familiares se enteraron del hallazgo y comenzaron a preguntar.
Acudieron a la fiscalía de Ibagué y al no tener respaldo acudieron a Bogotá, pero ocurrió lo mismo.
A finales de marzo les llamaron de México para pedirles que acudieran a reconocer los cuerpos que coincidían con sus familiares.
“Fue un golpe muy fuerte guardábamos la esperanza de que estuvieran vivos” dice César Álvarez, quien también es hermano de Diego y Carolina.
Familia de colombianos emplayados en Alpuyeca niega que fueran criminales; buscaban ir a Estados Unidos
El 14 de diciembre de 2023, Diego, su pareja Luisa Fernanda y su hermana Carolina abandonaron su tierra natal.
Los tres colombianos le dijeron a su familia que ya tenían les habían ofrecido un trabajo en una estación de servicio en Puebla y que viajarían ahí para juntar dinero y luego partir a Estados Unidos.
Durante casi tres meses mantuvieron la comunicación constante con ellos e incluso les mandaban fotografías ocasionalmente de la gasolinería donde presuntamente trabajaban.
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Ha pasado más de un mes del hallazgo y los cuerpos de los tres colombianos permanecen en Puebla.
“Somos de bajos recursos y no tenemos los medios para volverlos a traer de vuelta. Estamos pidiendo ayuda al gobierno para que se apersonen de la situación, ellos no merecen quedarse allá”, dice César a medios colombianos.
Asesinos usan ocasionalmente las siglas del CJNG para confundir a las autoridades
En la más reciente entrevista que ofreció el fiscal de Puebla, Gilberto Higuera Bernal, este viernes 12 de abril de 2024, confirmó que los cuerpos de los tres colombianos no han sido entregados a sus familiares pues aún siguen en el proceso de verificación.
A Diego, Luisa Fernanda y Carolina, los asesinaron y les dejaron una cartulina con un mensaje en donde se hace referencia a que los privaron de la vida por dedicarse a los préstamos ‘gota a gota’.
El fiscal comentó que en ocasiones los asesinos usan las siglas del CJNG para confundir a las autoridades.
“Hemos encontrado casos donde se encuentran esos carteles y a la hora de esclarecer el caso nos encontramos con que era un conflicto familiar o de vecinos y situaciones que nada tienen que ver”, explicó.
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Mencionó que las personas que delinquen también quieren usar esas denominaciones (CJNG) para dominar a otros grupos.
“Cuando tenemos casos de ese tipo lo compartimos con la Fiscalía General de la República y buscamos que nos orienten para compartir si se trata de casos con la delincuencia organizada, hasta ahora no”, explicó.