En las cárceles de Puebla hay 14 bebés -desde recién nacidos y hasta los tres meses– que viven con sus madres, varias de ellas en espera de una sentencia.
Según datos de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSP), el número de bebés que viven entre las rejas aumentó 100 por ciento en un año, pues en marzo de 2022 había siete menores.
Un estudio del Senado de la República, denominado “Menores que viven con sus madres en centros penitenciarios: legislación en México”, señala que son niños que despiertan con sus madres, pero que están aislados de la sociedad.
“Su desarrollo es diferente, y la brusca separación que tienen de sus madres es también, causante de discriminación a esos menores”, dice el Senado.
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Madres con bebés en cárceles de Puebla
Al mes de marzo de 2023, las cárceles donde las madres tenían a sus hijos están en Ciudad Serdán, San Pedro Cholula y Tehuacán.
En Serdán había 11 bebés durmiendo en una celda y en las mismas condiciones de sus madres, dos en el centro penitenciario de San Pedro Cholula y uno en el de Tehuacán.
En marzo de 2022 otros penales donde había bebés son los ubicados en los municipios de Huauchinango y Tepeaca.
De los 22 penales que hay en la entidad, el único donde no permiten a las reclusas tener a sus hijos es el Cereso de San Miguel, es el de la Ciudad de Puebla.
Así lo afirmó el pasado 5 de marzo Alejandra Acevedo Placeres, directora general de ‘Grupo Pro Niñez’, esto a pesar de que hay unas 400 reclusas en ese centro penitenciario.
La Ley Nacional de Ejecución Penal (LNEP) establece que los menores pueden permanecer con sus madres al interior de los Centros de Reinserción Social (Cereso) hasta los tres años de edad.
Durante el último año en Puebla, cinco menores que cumplieron la edad máxima permitida, fueron apartados de sus madres.
Según datos de Acevedo Pláceres, el 70 por ciento de las mujeres recluidas en los centros penitenciarios en Puebla no han sido sentenciadas.
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Mujeres en prisión por alguna necesidad
Según el Senado de la República, hay mujeres que cometen delitos por necesidad económica, por amor, por miedo.
“Distintas causas y consecuencias son las que provocan los delitos de las mujeres. Una de esas consecuencias es la situación de invisibilidad que viven día con día los niños de madres que están encerradas”, dice el estudio.
En el documento “Menores que viven con sus madres en centros penitenciarios: legislación en México” se precisa que estos niños y niñas también son víctimas de discriminación.