Una mujer perdió la vida a causa de un paro respiratorio, luego de que se quedara sin oxígeno, debido a un apagón que se suscitó la tarde del lunes en el Hospital General de Huauchinango.
De acuerdo al relato de Yenaro Ramírez, su hermana Yazmín, estaba conectada a un respirador tras contagiarse de Covid-19; cuando un apagón provocó que dejara de funcionar.
Contó que el esposo de Yazmín, David Hernández, pidió ayuda a los médicos y enfermeras, quienes lo ignoraron. Incluso les propuso conseguir un tanque de oxígeno porque comenzó a ponerse mal, pero le dijeron que no era necesario.
Al ver que nadie atendía a su esposa, su cuñado llamó nuevamente al médico, quien acudió a su llamado y minimizó el caso. Trató de reiniciar el respirador y no pudo, por lo que lo apagó, momento en el que Yazmín colapsó y murió.
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Yeroma asegura que 15 minutos después le dieron la noticia a su cuñado, de que Yazmín estaba muerta.
“Debido a un apagón, el respirador de mi hermana presentó un problema el cual comenzó a subir la temperatura de oxígeno que se le suministraba a mi hermana. Mi cuñado se dio cuenta rápidamente e informó a las enfermeras, al ser un equipo relativamente nuevo no pudieron hacer nada y le informaron al doctor, a lo cual después de varios minutos no asistía a la habitación. Mi cuñado al notar que nadie venía nuevamente le informó a las enfermaras que que pasaba con el doctor por qué no venía”, narro en sus redes.
Señaló que las enfermeras le respondieron a su cuñado, que el doctor se encontraba “platicando y que por eso no podía ir”.
“Mi cuñado nuevamente tuvo que ir directamente a traer al médico, en cuanto llegó no sabía cómo ajustar la temperatura al respirador. Por lo cual decidió apagarlo, pero al tratar de reiniciarlo no prendió y no pudo restablecerlo”.
“En cuanto esto pasaba, no hizo nada, poco a poco su oxigenación bajaba y mi cuñado sugirió que trajeran un tanque de oxígeno provisional para mantener a mi hermana oxigenando y evitar el paro cardíaco, a lo cual el médico dijo que no, que esperara, que lo podrían restablecer, fue demasiado tarde a mi hermana le dio un paro cardíaco”, agregó.
Contó que Yazmín ya estaba recuperándose de la Covid-19 y oxigenaba a 86. Días antes de morir le confesó a su esposo que recibía malos tratos del personal, no la alimentaban y no la aseaban.
“Mi hermana le contó sobre la falta de atención que recibía y a veces malos tratos, a veces no podía comer y le dejaban la comida enfrente, como una tortura de que ahí estaba pero no se la podía comer por ella sola y no había nadie para dársela”.
“No culpo a nadie, pero me gustaría que este hospital se diera cuenta que no se trata de tener muchos pacientes y descuidar a todos, sino de tener los necesarios y cuidar a todos por igual y darles toda la atención posible, me indigna que existan doctores en el Hospital General de Huauchinango que no estén capacitados y que actúen sin saber las consecuencias que su profesión lleva”, aseveró.
Por Alfredo Ramírez
Foto: Google maps