El caso de Salvador un alumno de 15 años de edad quien montó su negocio de venta de brownies de mariguana en su salón refleja la ineficacia de los directivos del Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec (CENHCH), donde se carece de controles de seguridad para evitar la venta de droga dentro y fuera de la escuela.
Maestros y directores prefieren callar y no denunciar este delito a la Fiscalía General del Estado, ni mucho menos solicitar el apoyo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana para detener a los narcomenudistas que acechan a los estudiantes.
Padres de familia informaron a MTPNoticias que Salvador estudiante de secundaria del tercer grado grupo D turno matutino comercializaba los panquecitos desde que inició el ciclo escolar 2019-2020 y posiblemente lo hacía desde más atrás pero nadie se daba cuenta.
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La venta la hacía desde su salón a donde llegaban estudiantes de otros grados de secundaria y de bachiller. Sus compañeras denunciaron el hecho durante casi dos meses a la maestra Teresa Pérez, quien es jefa de grupo, solo que ella hizo caso omiso.
El 30 octubre los directivos de secundaria revisaron los panecitos, con lo que confirmaron que estaban rellenos de mariguana; estos los consumían alumnos durante sus recesos.
Directora la hace de MP pero no denuncia
Ana Claudia Cepeda, encargada de la Dirección de la Escuela Secundaria Matutina en el CENHCH, decidió dar de baja al alumno e iniciar un pleito con la maestra Teresa por ocultar el hecho, pero no acudió ante las autoridades ministeriales para investigar a fondo este tema.
Padres de familia aseguran que Salvador sigue vendiendo los brownies en las inmediaciones del CENHCH. No es el único, hay varios jóvenes rondando la escuela que se dedican a la venta de drogas que va escondida entre ‘golosinas’, postres o comida.
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El encargado del Centro Escolar, René Alfonso Acoltzi, no reportó el caso a la SEP, lo cual deja a los alumnos indefensos ante el acoso de los narcomenudistas.
Claudia Cepeda actuó como ministerio público y mandó a traer mediante engaños a seis alumnos, por considerarlos sospechosos de estar implicados con su compañero Salvador.
Los alumnos dieron sus testimonios sobre la venta de brownies y fueron advertidos para no decir nada a nadie que fueron investigados.
Los padres de familia se enfurecieron con la directora por tratarlos como presuntos delincuentes. Por lo que redactaron un oficio con los testimonios de los alumnos redactados con puño y letra de lo que vivieron el 11 de noviembre de 2019 cuando Cepeda los llevó a la Dirección.
Los padres entregaron la semana pasada este oficio en Oficialía de la Secretaría de Educación Pública (SEP) mediante el cual exigen que haya medidas de seguridad para que las drogas no lleguen a sus hijos.
Por Iván Tirzo/ @TirzoIvan