La tarde de este lunes velan los restos de Gaudencia y su hijo Iván, en el municipio de Huaquechula, luego de que el pasado sábado fueran víctimas colaterales de una ejecución en el transporte público en Atlixco.
Sin el apoyo de las autoridades municipales, ni los concesionarios de la ruta 9, los familiares velan los restos de madre e hijo.
La mujer vendía frituras y botanas junto con su esposo, para sostener a sus dos pequeños hijos menores de edad.
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Sin embargo, la tarde del sábado Gaudencia e Iván ya no regresaron a casa, pues un sicario les arrebató la vida cuando ejecutó al conductor de la unidad número 20 de la ruta 9, en el municipio de Atlixco.
Pese al reproche de los regidores de Atlixco Julieta Camacho y Miguel Ordóñez al alcalde Guillermo Velázquez, éste no ha salido a dar la cara tras la masacre que enlutó al municipio.
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Con veladoras, flores, cantos y rezos, familiares y amigos velan a Gaudencia, a quien consideraban una mujer trabajadora y alegre. De su homicida no hay pistas y su familia clama justicia.
Por Sadit González
