Luego de que se diera a conocer el feminicidio y violación de Brenda, una pequeña de tan solo cuatro años de edad, se ha revelado cómo es que la pequeña vivió su último día de vida.
De acuerdo con la narración de una de sus familiares en redes sociales, Brenda se levantó desde muy temprano, como de costumbre; no obstante, nunca imaginó que sería la última vez que lo haría.
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¿Qué dice el relato sobre la pequeña Brenda?
Según las palabras de la familiar, la niña habitante de la comunidad de Ocotlán en el municipio de Chichiquila, Puebla, desayunó con su abuela paterna, con quien vivía al lado de su madre y hermanas.
Asimismo, algunas de las actividades que realizó fueron arropar a su muñeco con una cobija de bebé, jugar un rato en casa y disfrutar de la mañana al lado de su familia, excepto de su padre, quien trabaja en otro país.
El relato dice lo siguiente:
“Te levantas a las 10:00 de la mañana como un día cualquiera. Lo primero que buscas son tus chanclitas. Te bajas de la cama y vas directo a la cocina, tu abuelita te ofrece una taza de café y un pan, como todos los días. Otro día sin que tu papá esté contigo, por que él se encuentra trabajando en otro país”.
Más tarde, su madre la bañó y la peinó con liguitas de colores. Al poco tiempo llegaron sus hermanas de la escuela, comieron como de costumbre y luego visitaron a María Montiel, su abuela materna, a quien le pidió ‘un pesito’ para su ‘chicharrín’.
Al poco rato, la familia de Brenda la dejó de ver en la vivienda ubicada entre árboles y caminos de terracería, por lo que comenzaron a buscarla y al no encontrarla la vocearon en el perifonéo del pueblo; la menor no aparecía y más familiares y vecinos se sumaron a la búsqueda.
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La entontraron sin vida: una tragedia
Se cuenta que a las 11:30 de la noche de ese día, entre chiflidos se escuchó el grito ‘ya la encontraron’. Nadie se atrevía a levantarla, estaba irreconocible por las heridas que le causaron sus feminicidas.
Además de abusar de ella, la torturaron a golpes y mordidas. Su pequeño cráneo tenía una herida profunda. Más tarde, vecinos retuvieron a dos hombres, Mauricio y Antonio, a quienes señalan como los agresores y los entregan a las autoridades.
La Fiscalía General del Estado de Puebla, confirmó su detención y la abuela materna, reveló que se trataba de vecinos muy cercanos.
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