Samuel y Mirsha Omar, médicos de profesión, atentaron contra sus vidas por el acoso laboral del que eran víctimas en el Hospital Comunitario de Zacapala y en el General del Sur, respectivamente. El primero fue rescatado a tiempo y está en recuperación, pero el segundo fue sepultado este miércoles en la capital.
Mirsha de 29 años de edad hacía su residencia en el Hospital General del Sur, admiraba a su jefe que estaba encargado del área de anestesiología, Marco Antonio Ch, sin embargo éste se convirtió en su acosador laboral durante casi dos años e incluso lo corrió el quirófano en una ocasión, porque el joven estudiante de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) hacía preguntas.
Lupita, su madre, cuenta que el jefe de su hijo lo trataba como “tonto”, “ignorante” y “bobo” a pesar de que su Mirsha lo admiraba por ser una eminencia en el área. Eso lo llevó a entrar en depresión a perder su alegría y a terminar con su vida el 9 de noviembre.
En una breve llamada telefónica dijo que estaba recolectando toda la evidencia al respecto, pues quiere que se haga justicia y que nadie más sufra lo que pasó su hijo, pues alertó que no es el único caso.
Sus compañeros y amigos también piden justicia, pues aseguran que no es el único que ha sufrido acoso laboral, si no que algunas compañeras sufren acoso sexual y el médico sigue trabajando de manera impune.
Samuel, el otro caso, era acosado laboralmente por su jefa Ana Belén, directora del nosocomio Hospital Comunitario de Zacapala. El 11 de marzo de este 2020, se bañó en vaselina y gasolina, con la intención de quitarse la vida en uno de los pasillos del hospital.
En el escritorio de su oficina, dejó una carta en la que se leía que su acción era un “acto de protesta contra el acoso laboral” que sufría por parte de los directivos Ana Belén Lima, Uriel Figueroa y Josefina Trejo.
Sus compañeros de trabajo y familiares revelaron en ese entonces a MTPNoticias, que la directora les ordenó dejarlo morir entre las llamas. El caso terminó con el cambio de Ana Belén a otra clínica y a Samuel le quedaron secuelas físicas y psicológicas.
