El bebé encontrado muerto en un contenedor de basura del penal de San Miguel, en la ciudad de Puebla, el pasado 10 de enero, no nació en este reclusorio.
El pequeño tenía seis días de nacido y no tres meses como se dio a conocer la semana anterior, reveló hoy en conferencia de prensa el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa.
“Es un asunto muy grave, va a aparecer mucha porquería en todo esto y la vamos a dar a conocer una vez que esté acreditado todo”, dijo al informar que la Fiscalía General del Estado ya investiga quiénes son los papás del menor, cómo llegó su cuerpo aquí, y sobre todo, quién lo permitió.
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Explicó que el cadáver llevaba una cirugía en el apéndice, por lo que se investiga dónde nació y el porqué apareció muerto dentro del Centro de Readaptación Social.
Reconoció que el penal de San Miguel está rebasado por la sobrepoblación que existe, así como por la corrupción de algunos funcionarios que siguen permitiendo hechos “siniestros” como este.
Asimismo, Barbosa Huerta ofreció colaboración de su gobierno con la Comision Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que abrió un expediente para revisar este caso, además de hacer un llamado para poner atención en este reclusorio.
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La semana pasada se dio a conocer que de acuerdo con la necropsia de la Fiscalía, el bebé fue asfixiado, por lo que ya se trabaja en obtener las imágenes de las cámaras de vigilancia para revisar los movimientos de los involucrados.
Personalmente el fiscal Gilberto Higuera Bernal encabeza el caso y mantienen informado a detalle al gobernador, según dio a conocer este día.
Por @MTPNoticias / Metropolitano Puebla
