“Yo sufrí violencia psicológica por parte de mi pareja. Nunca me pegó pero comprobé que las palabras son más fuertes”, narró una mujer a quien por seguridad llamaremos Natalia.
Ella es una joven estudiante de la Licenciatura en Economía de apenas 26 año de edad. En entrevista con MTPNoticias narró que en 2018 conoció a Alex a través de la aplicación de citas, Tinder.
Todo iba aparentemente bien: comenzaron a salir y al quinto día, él le pidió que fuera su novia. Ella le dijo que sí y así comenzaron una relación a distancia, ya que Natalia vivía en Puebla y él en Córdoba, Veracruz.
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La joven estaba en medio de un tratamiento para controlar la depresión y su enfermedad conocida como ‘Alicia en el País de las Maravillas’, un trastorno que provoca episodios breves de distorsión en la percepción de la imagen corporal y del tamaño, distancia, forma o relaciones espaciales de los objetos y el transcurrir del tiempo por lo que la mayoría de los días Natalia estaba medicada.
Por confiar en Alex, ella le contó sobre esta enfermedad que ella padecía. Ahí vino su infierno.
“Empezó a existir un deterioro en la relación porque él comenzó a hacerme sentir menos por yo estar así. Él sufrió depresión por la muerte de su papá y no entendía mi enfermedad, creía que lo que a él le funcionaba, a mí también podría ayudarme. Por esto, intentaba presionarme y decía que dejara de estar pensando tonterías y me denigraba por tener un problema emocional”, narró.
Conforme pasaban los días, él ejercía violencia psicológica contra la joven estudiante. Le decía que estaba “loca” y protagonizaban peleas que la hacían caer en episodios de ansiedad, los cuales la llevaron al hospital en diversas ocasiones.
“Mi autoestima bajó muchísimo, por las pastillas que yo tomaba y por la ansiedad y falta de ejercicio, yo estaba subiendo de peso. Una vez, mi novio, me dijo que ya no le iba a gustar si seguía subiendo de peso. Después de esto, comenzó a desconfiar de mí sin ningún fundamento”, recuerda con coraje y dolor la estudiante de Economía.
Después de un año de relación, ella optó por terminarla, ya que todos lo día lloraba por el daño psicológico del que era víctima. Esto provocó que cayera más en depresión e incluso intentara quitarse la vida, tomándose pastillas.
“Meses después tomé pastillas y me tuvieron que hospitalizar, estuve hospitalizada en el psiquiátrico, estuve ahí una semana, fue una experiencia no muy agradable porque por mi diagnóstico tuve que dormir sujetada para no hacerme ningún daño por la noche cuando no están 100 por ciento vigilando”, confió a MTP Noticias.
Ella asegura que al tocar fondo, fue cuando abrió los ojos y decidió comenzar a ver por ella por lo que se interesó en el feminismo y sus causas como una forma de empoderarse. Comenzó a participar en reuniones, conferencias y ayuda a las mujeres que son víctimas de violencia a que salgan de ese círculo negro.
Fue así que Natalia entendió que ella y su vida valían más que el amor de cualquier hombre.
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