Las cinco plantas de tratamiento que opera Agua de Puebla sí producen espuma, pero no es tóxica y esto se debe al proceso de aireación de millones de litros aguas residuales, aseguró Daniel Alejandro Lugardo González, gerente Calidad del Agua de la empresa.
En entrevista para MTP Noticias manifestó que la función de la compañía es sanear el 100 por ciento de las aguas que llegan a sus plantas, pero no es su responsabilidad limpiar el Río Atoyac ni la presa de Valsequillo.
El representante de la compañía recomendó no tener contacto con la espuma acumulada en Valsequillo, como la que se tragó en julio pasado a un hombre cuando se tomaba una selfie y que después apareció sin vida en la zona de Tecamachalco, pues dijo que fuera de la zona de cobertura de Agua de Puebla hay municipios e industrias descargando aguas contaminadas.
“La espuma que se genera por la agitación de las descargas de nuestras plantas no es tóxica, pero la espuma que se concentra aguas más adelante incluso después de la presa Valsequillo no sé qué características tenga, porque no tengo conocimiento qué industrias o municipios se encuentran descargando de manera directa”, dijo.
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Esto luego de que MTP Noticias documentará la producción de espuma en grandes cantidades en la planta de tratamiento Río Atoyac 2 ubicada en 149 Poniente en la ciudad de Puebla, a lo que afirmó que en este sitio son tratados 500 litros por segundo de aguas negras.
No cumple con la declaratoria de clasificación publicada en 2011
Lugardo González dio a conocer que las cinco plantas, cuatro de estas son macro y una es de suministro de agua de reúso que se ocupa para parques y jardines, cumplen con la Norma Oficial Mexicana NOM-001-SEMARNAT-1996, pero reconoció que incumplen con la declaratoria de clasificación de los ríos Atoyac y Xochiac o Hueyapan publicada en 2011.
Sin embargo, afirmó que la Comisión Nacional del Agua les exige cumplir la primera de estas, que se refiere a las descargar a cuerpos federales, en este caso al río Atoyac.
El gerente aseguró que actualmente son evaluados cada mes por cuatro laboratorios autorizados por la Entidad Mexicana de Acreditación, los cuales miden los niveles de contaminación cuando entran y salen las aguas de las plantas de tratamiento.
“Estos laboratorios no solo nos reportan a nosotros, esos laboratorios suben los reportes a la Comisión Nacional del Agua, en donde se acredita el cumplimiento de la Norma 001Sermarnat 1996, que es la que establece los límites máximos permisibles de contaminación del agua a cuerpos federales, en este caso el río Atoyac”, dijo.
“Estamos muy conscientes que la calidad del Atoyac en este momentos es normada por la declaratoria de clasificación publicada en 2011, la cual establece parámetros más restrictivos en calidad del agua. Nosotros estamos muy conscientes que nuestras plantas no cumplen con esa declaratoria, pero tenemos un tema de plan de inversión que comprende la rehabilitación y la ampliación de las plantas para lograr esa calidad”, señaló.
La oxigenación genera la espuma
El gerente detalló que el agua que se descarga de las plantas contiene agentes surfactantes y sustancias tensoactivas. Los tensoactivos al ser oxigenados generan mucha espuma.
“El agua que nosotros descargamos de acuerdo a la norma es un PH promedio de 7, ese PH y la oxigenación al tener caída el agua genera espumas. Y efectivamente lo que se ve ahí son espumas que se generan pero por la caída y el rompimiento del agua, la caída que tenemos en las plantas no es de manera directa, siempre es una caída con cascada”.
Contaminan siete municipios de la zona metropolitana
Lugardo González evitó dar nombres pero afirmó que hay siete municipios en la zona metropolitana de Puebla que carecen de plantas de tratamiento y están contaminando el Atoyac. Esas aguas llegan a las plantas operadas por Agua de Puebla, las cuales son saneadas a pesar de no tener un contrato con estos ayuntamientos.
“El 100 por ciento del agua recolectada es saneada, pero el 30 por ciento del volumen total viene de municipios y juntas auxiliares que no reciben tratamiento pero llegan a través de nuestros sistemas colectores. No sería ético la desincorporación de esas aguas, generaría problemas de salud”.
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Iván Tirzo/ @TirzoIvan