José Juan Espinosa ocupó dos meses y medio para planear su fuga, para irse lo más lejos de Puebla, por el pánico a terminar en una cárcel en Puebla y compartir celda con Eukid Castañón.
El 27 de octubre de 2020 fue la última aparición personal de José Juan, cuando acudió a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado de Puebla donde se hizo pasar como víctima de lo que él llamó persecución y fabricación de delitos en su contra.
Lee: ¡En exclusiva! FACTURAS que vinculan a José Juan Espinosa con empresas fantasma
El 29 de octubre, la Auditoría Superior del Estado (ASE) denunció a José Juan Espinosa por los delitos de peculado, fraude, asociación delictuosa y abuso de autoridad, por un desvío de 100.6 millones de pesos a su paso como edil de San Pedro Cholula, en el periodo 2014-2018.
Un día después, el rector de la BUAP, Alfonso Esparza Ortiz, anunció lo que sería ‘la crónica de una fuga anunciada’, cuando en sus redes sociales dio a conocer que estaba enterado de la existencia de una orden de aprehensión contra el diputado local.
El 3 de noviembre consiguió la licencia para separase del cargo y dejar en su lugar a su suplente Rodolfo Huerta. La solicitud no la entregó personalmente, la envió por escrito y a oficialía de partes del Poder Legislativo, a través de Ignacio.
Te sugerimos: Mafia de políticos desvió 2 mil 58 millones en Puebla a través de 150 empresas fantasma
Espinosa regresó al Congreso el 15 de enero de 2021 y desde esa fecha está muy activo en redes sociales, desde donde retomó varios frentes políticos, ahora con el objetivo de alcanzar una diputación federal, a fin de obtener inmunidad –el llamado FUERO- para no caer en prisión.
En la Fiscalía no solo está depositada la denuncia de la Auditoría, hay una más vieja y es por el delito de enriquecimiento ilícito, que presentó en su contra el panista Mario Riestra, en 2018.
Cualquiera de las denuncias alcanzó a José Juan. Todo su pasado lo alcanzó. Se acabaron los tiempos en que chantajeó a cuanto gobernador en turno, tiempos que ocupó para enriquecerse y usar empresas fantasma para desviar recursos públicos y hacerse de terrenos y residencias.
Se acabaron esos momentos cuando se fotografiaba con su padrino de boda Mario Marín, o cuando le dedicó ‘Las Mañanitas’ con mariachis, con motivo de su cumpleaños, a Rafael Moreno Valle en un acto público cerca de ‘La Chicalotera’ en San Pedro Cholula.
Se acabaron esos tiempos en los que hizo y deshizo durante las administraciones de los ex gobernadores Antonio Gali y Guillermo Pacheco Pulido.
José Juan ocupó esos dos meses y medio separado del Congreso del Estado para planear su fuga, para cargar con lo básico en su maleta: el pasaporte, la visa, tarjetas bancarias, un amplio archivo fotográfico con familiares y los celulares.
José Juan está desde el año pasado en el radar de la Fiscalía, la cual con especialistas cibernéticos ubicó al diputado.
Las fotos de su perra y con sus familiares forman parte de un montaje muy bien armado, con el propósito de despistar a la autoridad ministerial que anda tras de él.
No hay día en que no esté activo, si no es con su familia, son fotografías de él trotando en la vía pública, o en sus participaciones en comisiones y sesiones del Congreso del Estado.
Todas esas son pistas y hasta este lunes fue localizado en Houston, la ciudad más grande del estado de Texas, en Estados Unidos.
Posiblemente se mueva, pero a donde lo haga seguirá dejando más pistas. En la Fiscalía analizan solicitar el apoyo de la Interpol (Policía Internacional) para capturar a José Juan Espinosa.
La información de su huida será solicitada a Relaciones Exteriores, para confirmar desde qué aeropuerto tomó el avión que le permitió huir de Puebla, aunque no por mucho tiempo.
No sería el primer político poblano en ser detenido en Estados Unidos. El 22 marzo de 2008 (hace 13 años) Rubén Gil , el ‘narcoalcalde’ de Izúcar de Matamoros, fue capturado en Los Ángeles por la Agencia Antidrogas de EU y después trasladado a una Corte en Nueva York, hace semana y media falleció en una prisión en California.
Felipe Patjane, edil de Tehuacán, quiso hacer lo mismo, pero fue detenido en el aeropuerto de la Ciudad de México en noviembre de 2019, en su intento por huir a Estados Unidos.
Hoy las autoridades ministeriales tienen todas las pistas de los movimientos de José Juan Espinosa, pues su afán protagónico y una posible campaña virtual -en caso de obtener una candidatura- son el GPS perfecto para ubicarlo y detenerlo en cualquier momento.
