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Héctor y sus padres son amenazados para no exigir castigo por bullying en el CELMA

Héctor –a quien se le cambia el nombre para guardar su identidad- de 15 años de edad dejó de comer, bajó de peso, se enfermó, se aísla todo el tiempo y renunció a sus pasatiempos favoritos a raíz del acoso escolar –conocido como bullying– que le han ejercido al menos 11 de sus compañeros de secundaria del Centro Escolar ‘Licenciado Miguel Alemán’ (CELMA), ubicado en San Pedro Cholula, Puebla.

Las burlas, los golpes comenzaron desde hace más de dos meses en el salón de clases y en los pasillos de la escuela, y aunque el ciclo escolar terminó el 22 de julio pasado, Héctor sigue viviendo este infierno fuera de las aulas, pues tanto él como sus padres son víctimas de amenazas a través de redes sociales y hasta le han hecho llamadas a su casa.

El menor no quiere regresar al centro escolar a continuar con su bachillerato ni entrar en alguna otra escuela al considerar que está en riesgo su integridad luego de que se volviera viral un video de 30 segundos que se filtró a las redes sociales y expuso su identidad.

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Difusión de VIDEO deriva en amenazas contra la familia de Héctor

A raíz de la difusión de esa grabación, en la que se observa a otros menores empujar y maltratar a Héctor, la familia ha sido presionada por todas las vías para no exigir castigos en el CELMA ni  denunciar este caso ante la Fiscalía General del Estado (FGE).

Entrevistado por MTPNoticias, Felipe, padre del menor, pidió  la intervención del gobernador Miguel Barbosa y del secretario de Educación Pública (SEP), Melitón Lozano para que se apliquen sanciones contra los alumnos que le han quitado la tranquilidad a su hijo.

También pide que se revise el actuar de los maestros y directivos del CELMA, pues señala que han minimizado este caso, que ha desestabilizado emocionalmente a Héctor, a pesar de las pruebas que existen.

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Incluso, los directivos han revictimizado al menor pues no ha bastado con confrontarlo con los agresores sino lo han acusado de ser él el quien ha agredido al grupo de 11 compañeros.

Aseguró que lo único que hizo la directora general, Alejandra Torres, así como Pilar Martínez, directora de la secundaria fue pedir a los padres de los menores acosadores a firmar una carta en la que se asentó que ya se habían arreglado las diferencias cuando no es así, ya que Héctor sigue sufriendo bullying.

“Esta es tu despedida”, el mensaje antes de acosar a Héctor en último día de clases

“Esta es tu despedida. Eres un teto, yo sé que te vas a ir a acusar con tu papá, pero si tú dices algo, te va a ir peor el próximo año”, fue el mensaje que uno de los menores acosadores de nombre Jeremías le dijo a Héctor al iniciar el maltrato en su contra en el salón el último día de clases.

A la agresión se sumaron Bruno, Gabino, Johan, Alexis, Ángel, Luis Ángel, Gerardo de Jesús, Pedro Justino y Gerardo. Cada uno tuvo participación en agredirlo verbal y físicamente ese 22 de julio en el CELMA.

Parte de esta agresión fue grabada y difundida en una cuenta de YouTube al siguiente día de los hechos. Sin embargo, horas después fue borrado. Solo se viralizó en otras plataformas como Twitter una pequeña grabación de un segundo ataque que sufrió la víctima en uno de los pasillos del segundo piso de la escuela.

“El video que aparece en redes es lo que ocurre después de que lo golpearan en el salón. Al sonar la chicharra, mi hijo trata de salir apresuradamente y afuera lo agarran y lo comienzan a empujar”, contó el padre de familia, quien en estos momentos vive con impotencia al no ser escuchado.

En el cuerpo de Héctor aún se observan los moretones de los golpes de ese día. En la entrevista con MTPNoticias, relató que lo escupieron e hicieron todo tipo de maldades aprovechando que no tuvieron la última clase debido a que el profesor no llegó y la directora de sección los obligó a quedarse.

Las consecuencias en un menor que sufre acoso escolar

Hace unas semanas Héctor quien era hiperactivo, disfrutaba de estar con su familia, bailar, jugar básquetbol y pasar un rato en su celular, comenzó a enfermarse de colitis nerviosa por estrés. Luego dejó de comer, bajó de peso y comenzó a aislarse.

Al llevarlo al médico, éste les dijo a sus padres que algo andaba mal y que investigaran, cuál era la causa de sus constantes malestares.

Don Felipe recuerda que acudió con la directora de la sección secundaria, Pilar Martínez para comentarle que había señales de alarma con su hijo y una semana después volvió a reunirse con ella y le respondió que todo estaba bien, que el menor la pasaba normal en clases.

Fue la tarde de ese 22 de julio que al salir de bañarse, la madre de Héctor se percató que tenía un moretón en el brazo así como en las piernas, espalda y en las costillas.

Al ser cuestionado sobre el porqué, el menor aseguró que se había caído, pero ante la insistencia de sus padres en saber la verdad, les confesó del infierno que venía viviendo en la escuela.

De inmediato, don Felipe le escribió a la maestra del grupo, después acudió con la directora de la sección secundaria, pero esta última minimizó el hecho al considerar que “solo habían sido empujones”.

“Fueron 11 alumnos los que agredieron a mi hijo. Quiero que se sancione a la directora de la secundaria y a la maestra Mayola, porque no hicieron nada. No actuaron conforme al protocolo o los estatutos. Pido sanciones. De la directora general nunca tuve apoyo”, dijo el padre de familia a MTPNoticias.

“Nomás de verlo me provoca ganas de golpearlo”

El enojo de Felipe lo justifica en el hecho de que los agresores de su hijo han confesado los golpes y ni aún así se han aplicado sanciones en el centro escolar.

En una reunión que se dio en la institución después de que él y su esposa exhibieran el acoso escolar de la que era víctima su hijo, Jeremías, el líder del grupo de los agresores, confesó: “Nomás de verlo me provoca ganas de golpearlo”.

Mi hijo estudia en el CELMA desde kínder, en secundaria entró Jeremías, y desde el inicio nos dijo (Héctor) que lo molestaba. Luego vino la pandemia (de la Covid-19) y dejaron de ir a clases. Hace poco regresaron a clases presenciales y comenzó a agredirlo”, narró don Felipe.

Recordó que en primero de secundaria, Jeremías le faltó al respeto en una ocasión que acudió a recoger a su hijo, y en ese entonces, la maestra de grupo se percató y obligó al estudiante a pedirle disculpas, y pensó que hasta ahí se habían quedado las cosas. Sin embargo, las agresiones crecieron contra su hijo, sobre todo en los últimos meses del tercero de secundaria.

“A Héctor le tuvimos que quitar el celular para que no tuviera acceso a sus redes y mensajes, porque lo están amenazando para que nos diga que ya pare todo esto o le va a ir peor”, narró Felipe al contar de las acciones que han tomado después de que se difundiera un fragmento de video que evidenció este acoso escolar.

Por Luisa Tirzo/ @LuisaTirzo

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