Una estudiante de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), usó sus redes sociales para ventilar que en el transporte público le fue suministrada droga a través de un “piquete” en su brazo.
Los hechos ocurrieron este viernes 14 de octubre y afortunadamente la joven logró pedir ayuda y llegó a salvo a su destino en la ciudad de Puebla.
Según el relato de Jhoselin, tras salir de Ciudad Unuversitaria abordó una unidad de la ruta M1 y en ese momento una persona la rozó y sintió un piquete, segundos después presentó mareos y náuseas, los cuales le afectaban su caminar.
“Cuando iba subiendo a la M1 solo sentí como alguien rozó conmigo y un pequeño y ligero piquete, pero no le di importancia. A medio camino yo me sentía muy muy mareada y creía que era mi presión. Y tenía muchas ganas de vomitar, ahí pensé en bajarme porque no quería vomitar en la combi, me bajé y solo vi que estábamos en la 9 sur y creo que la 25”, narró.
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Jhoselin contó que comenzó a ver borroso y le escribió a unos compañeros y un profesor, este último la alcanzó y la llevó al CCU.
“En el transcurso del viaje perdí la noción y empezó a darme mucho sueño, sin embargo, no podía cerrar los ojos porque solo sentía como se me movía todo y tenía más náuseas y veía más borroso. Yo no sentí el viaje del Centro a CCU, llegando allá llamaron a los de Dasu y a los paramédicos”, agregó.
En las instalaciones de la BUAP, paramédicos le revisaron los signos vitales y le dijeron que estaba bien, solo tenía los ojos muy dilatados y le recomendaron ir a la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de La Margarita.
Pero ante la mala atención que ha recibido en ese lugar, no acudió y por recomendación de los paramédicos se hizo un examen toxicológico y los resultados dieron negativo.
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Sin embargo, contó que le explicaron que hay algunas sustancias que no aparecen en los análisis y suelen ser usadas para dormir a la gente para ser secuestrarla.
“Este tipo de método es más usado porque no se puede determinar por análisis de sangre. Por ende podría ser una posibilidad que no se descarta”, abundó.
La joven rechazó que consuma droga e insistió en que después de sentir el piquete en el brazo se desataron todos los sintomas que ella narró.
“Según comentaban mis amigos, fue que cuando ellos llegaron a ayudarme, no se entendía lo que hablaba y estaba muy pálida, muy desorientada, gracias a ellos y a la doctora que me acompañaron hasta que estuve más consiente y ya podía reconocer bien los rostros”, recuerda.
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