Mi muñequita linda ¿tú qué culpa tenías mi dulcecito? Fue lo último que le dijo Yessy Flores a su sobrina Dulce Dayann de 11 años de edad, cuando era sepultada este jueves en el panteón de la Magdalena Tetela, Acajete, tras ser asesinada de manera atroz junto a su madre Gardenia de 26 años de edad.
A 8 días de haberlas visto con vida por última vez, familiares de madre e hija les dieron el último adiós. Tras sepultar sus restos, lanzaron globos al aire con la promesa de exigir justicia.
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El feminicidio de madre e hija enlutó a la comunidad de La Magdalena Tetela y causó indignación en todo el país. Se convirtió en noticia nacional, por tratarse de un crimen tan violento contra una joven mujer que luchaba por sacar a delante a su pequeña hija. Los padres y abuelos de las víctimas no se equivocaron al inculpar a la ex pareja sentimental de Gardenia.
Jueves 11 de junio
Cerca de las 15 horas, Gardenia y su hija Dulce Dayann salieron de su casa en La Magdalena Tetela. Don Rufino Ortega les preguntó que a dónde iban y su hija le contestó que no tardaban. Al paso de las horas, sus padres y abuelos comenzaron a inquietarse por no tener comunicación con ellas. Por la noche comenzaron a buscarlas y no las encontraron.
Viernes 12 de junio
Por la mañana la búsqueda por su hija y su nieta, llevaron a Rufino Ortega hasta una comunidad vecina, Santa María Nenetzintla, en donde los pobladores habían reportado un vehículo quemándose en las inmediaciones del panteón. Ahí vio una de las imágenes más aterradoras de su vida, los cuerpos calcinados de su hija y su nieta dentro del auto en el que las vio partir un día antes.
Sábado 13
La familia y la congregación de los Ortega Flores fueron informadas del crimen. Los padres y abuelos de las jóvenes acudieron al antiteatro para recoger los restos de madre e hija, pero les dijeron que aún no les realizaban los peritajes a los cuerpos por falta de material. En casa ya habían colocado un altar con las fotos de las víctimas y una veladora blanca.
Domingo 14
La noticia del atroz crimen corrió en el pueblo de Santa María Tetela. Colectivos feministas se comunicaron con la familia y programaron una marcha para exigir justicia y mayor seguridad. Por la noche el pastor de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en el distrito de Tepeaca, Arturo, pidió a sus seguidores apoyar a la familia Ortega Flores y confirmó la noticia del doble crimen. Los restos de ambas permanecían en el anfiteatro.
Lunes 15
Por tercer día consecutivo personal del anfiteatro no les entregó los restos de Gardenia y Dulce Dayann a sus padres y abuelos, argumentando que les faltaba realizar algunos peritajes. Ya habían pasado 96 horas desde la última vez que las vieron con vida y 72 horas de su hallazgo. Las sospechas de que Alonso –la ex pareja de Gardenia- era el autor del atroz crimen, cobraban fuerza.
Martes 16
En sus primeras declaraciones ante los medios de comunicación, Rufino Ortega y Gabriela Flores señalaron como responsable del doble feminicidio a Alonso de 40 años de edad. Evidenciaron el historial violento que vivió su hija en la relación, las amenazas de las que fue víctima y el acoso sufrido los últimos días. Estaban desesperados porque no les entregaban los restos de las difuntas.
Miércoles 17
Tras cumplir 120 horas en el anfiteatro, los restos de madre e hija fueron entregados a sus familiares. Mientras se realizaba el velorio en casa de Don Rufino, personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) cateó dos viviendas ligadas al ex de Gardenia y detuvo a cuatro implicados en el crimen. Uno de ellos, David, primo de Alonso y los demás trabajadores de su deshuesadero.
Jueves 18
Entre cantos, mariachis, globos y flores, decenas de personas dieron el último adiós a Gardenia y Dulce Dayann. Cerca del mediodía salieron de la casa de los Ortega Flores escoltando los féretros. Caminaron por varias calles hasta llegar al panteón de La Magdalena Tetela, en donde dejaron a madre e hija.
