Sofía Ruiz
Se ve obligado a acortar su discurso. No es la primera vez que el candidato presidencial de Por México al Frente, Ricardo Anaya está en Puebla. Pero es la oportunidad de los que conforman la coalición PAN, PRD y Movimiento Ciudadano para demostrarle su fuerza, esa fuerza con la que busca ganar el próximo 1 de julio.
Comienza a repetir el mismo discurso que ha ofrecido previamente en cuatro municipios: San Martín Texmelucan, Tepeaca, Atlixco y San Andrés Cholula. Cuando el panista comienza a prometer que si gana esta elección, hará que se recupere la paz en Puebla y en el país, un bonche de personas que estaban ubicadas en la parte alta de Acrópolis comienzan a salir del centro de espectáculos.
Lo mismo llevaba banderas azules, amarillas que naranjas. Anaya se dio cuenta de eso. Quiso simular pero no pudo. Aceleró y acortó su discurso. Se notaba cansado y sorprendido por el desaire.
Los rebeldes que exigieron un pago
Afuera, el Acrópolis estaba rodeado de camiones provenientes de diversas colonias y municipios. Lo mismo descendieron niños, mujeres y hombres. Cargaban sus lunch.
Antes de ingresar, algunos se rebelaron y comenzaron a gritar: “¡Morena, Morena!” en protesta porque, según contaron a MTP Noticias, no les pagaron 200 pesos. Ahí el berrinche.
Otras señoras sondeadas por este medio aseguraron que fueron invitadas en la escuela de sus hijos. Que incluso los organizadores les pidieron llevar más personas, aunque fueran menores de edad.
Aunado a ello, adentro, hubo personas que llevaban más de tres horas esperando cuando arribó Anaya.
De momentos empezaron a rechiflar algunos, un hecho que obligó que se subiera el volumen de la música.
Cuando Anaya Cortés finalmente se presentó, cedió tiempo a los candidatos al senado: Mario Riestra Piña y Nadia Navarro.
La ex titular del Instituto Poblano de la Mujer (IPM) no pareció convencer al público con sus palabras. Fue el momento cuando algunos elevaron su nivel de enojo y se enfilaron hacia la puerta.
Obligada por la desesperación de los asistentes, a Navarro no le quedó más que apresurar su discurso y ceder el micrófono al candidato presidencial, pero cuando el candidato presidencial comenzó a hablar, casi la mitad del Acrópolis se encontraba vacío.
Un agradecimiento rápido a los dirigentes de los partidos que conforman el frente y a los candidato, fueron sus últimas palabras antes de bajar del estrado de un auditorio cada vez más despejado.
Lo acompañaron la candidata a gobernadora Martha Erika Alonso; el abanderado a la alcaldía de Puebla, Eduardo Rivera, así como los dirigentes del PAN, PRD, MC, además de candidatos al senado de la República, diputaciones federales, alcaldías y al Congreso local.
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