La Comisión Nacional del Agua (Conagua) nunca autorizó operar los tres barcos que compró la administración pasada a la empresa Dellepere Enterprises Corp por 209.7 millones de pesos debido a que se sabía que resultarían inservibles para sanear la presa de Valsequillo pero aún así, se derrochó ese dinero.
En entrevista telefónica con Julio Adolfo Fierro Kauffmann, coordinador de actividades de la Conagua en Puebla, aseguró que han detectado que esas embarcaciones ya no operan por lo que resultaron un fracaso para reducir la contaminación en esta laguna en cuyo dren desapareció un joven identificado como Juan Ignacio cuando quiso tomarse una fotografía teniendo como fondo la espuma tóxica que se genera en la zona por la alta contaminación.
“La información que tenemos es que esos barcos no están operando. Incluso, a nosotros, a Conagua no han hecho oficial la solicitud de autorización para esos artefactos. Jamás nos pidieron autorización. Nos enteramos a través de medios”, aseguró el funcionario federal a MTPNoticias al ser cuestionado si tienen medido los resultados de estos equipos.
Fierro Kauffmann coincidió con Verónica Mastretta de la organización civil Dale la Cara al Atoyac al indicar que esa compra millonaria que hizo el exgobernador Antonio Gali Fayad únicamente sirvió para encubrir a las industrias contaminadoras en lugar de obligarlas a cumplir las normas de descargas.
“En su momento se opinó que no era viable meter el ozono ahí pero lo que hoy día sabemos es que son un tanto obsoletas estas embarcaciones por la poca cantidad de lirio que pueden retirar. Es muy poca la capacidad de almacenaje (…) el otro problema es que nunca se tramitó una autorización para poder depositar el lirio en algún lugar, una vez que fuera extraído de la presa”, señaló el funcionario.
MTPNoticias dio a conocer este miércoles que la estrategia de sanear la presa de Valsequillo resultó un fracaso pues se estableció como plazo máximo a mayo de este 2019 para la realización de actividades recreativas en esta zona, e incluso poder nadar.
Todo lo contrario, un agente inmobiliario despareció a la altura del municipio de Cuautinchán, la tarde del domingo 21 de julio cuando se quiso retratar teniendo como fondo la nube de espuma tóxica que deriva de la presa por la alta contaminación.
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Municipios, responsables de descargas ilegales
Sobre la existencia de la espuma tóxica, Fierro Kauffmann reconoció que el problema no es nuevo pero atribuyó que gran parte del problema deriva porque los ayuntamientos no abonan en supervisar que operen plantas de tratamiento.
Destacó que se han aplicado sanciones a los municipios pero aun así han caído en omisiones.
“Amén de esta circunstancia pues vamos a seguir llevando a cabo acciones más enérgicas con los municipios que hemos estado visitando y que no cumplieron con la norma para aterrizar la situación de reincidencia y en su caso, formular las denuncias ante la Fiscalía General de la República”, añadió el trabajador de la Conagua.
