“¡Aquí está la puta que no se va a callar!”, gritó con coraje Yanelli, una joven a quien le marcaron la palabra “puta” en el pecho en 2017 cuando fue violada por segunda ocasión en Huauchinango, Puebla, tras atreverse a denunciar a sus agresores, pues un año antes, cuatro hombres abusaron de ella en un taxi.
Acompañada de su hija menor de edad, quien incluso fue testigo de la segunda agresión contra su mamá, frente a la Fiscalía General del Estado (FGE), Yanelli exigió justicia para ella y para todas las que han sido víctimas de algún tipo de violencia, y que este domingo 17 de octubre, volvieron a salir en la ‘Marcha de las Putas’.
Yanelli, quien quedó ciega de un ojo, hizo una catarsis con “su marca” para decirle hoy a Puebla y a sus autoridades: “sí soy una puta, una puta vieja necia, una puta que lucha y que jamás en su vida se va a volver a callar”.
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Al borde de las lágrimas al recordar este episodio en su vida, y que únicamente uno de los cuatro violadores está detenido y sentenciado, las demás feministas que participaron comenzaron a gritar “¡No estás sola, no estás sola!”.
Y es que, como ella, cientos de mujeres que conformaron el contingente que marchó de la Fiscalía al Zócalo clamaron vivir sin violencia. También quieren lograr la diversidad sexual y que no haya acoso sexual en las calles.
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“Nada justifica la violencia”
En la Marcha de las Putas, que ha sido un movimiento constante en Puebla y en este año celebra su edición número 11, no fue necesaria la intervención de la Policía Estatal que resguardó la FGE, tampoco en el Zócalo hasta donde llegó el grupo de manifestantes.
Su recorrido se dio desde la Fiscalía, en la 31 Poniente, avanzó sobre el Bulevar 5 de Mayo, y llegó al Centro Histórico, donde se emitió un posicionamiento en el Zócalo.
“Para sentirnos libres, para que no exista una forma de dividirnos ni estigmatizarnos, es para decirle a la sociedad que no tiene que ver la actitud, la compañía ni la orientación sexual, que nada justifica la violencia”, leyó una de ellas en un comunicado frente a Palacio Municipal.
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Aunque habían planeado trasladarlas al Congreso local para también exigir la despenalización del aborto, fijaron su posicionamiento desde el Zócalo, en donde al igual que otros grupos feministas, exigieron a los legisladores locales no retrasar más la aprobación del aborto legal y seguro en Puebla, pues la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ya se pronunció en el tema, en el sentido que ninguna mujer puede ser encarcelada por abortar.
