Mientras cientos de pacientes en Puebla padecen el hacinamiento en clínicas y unidades médico familiares como La Margarita, donde pasan las noches sentados en sillas y en los pasillos a falta de camas, en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) apenas definieron que será por el método tradicional la demolición del hospital San Alejandro.
El director general del IMSS Zoé Robledo estará este jueves y viernes en Puebla para reunirse con personal de la Escuela de Ingenieros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Coordinación de Infraestructura Inmobiliaria del Instituto a fin de establecer un plan de derribamiento del inmueble ubicado en calle 10 Poniente en la ciudad de Puebla.
De acuerdo a lo que Robledo adelantó en una entrevista esta semana a El Sol de Puebla, el método será tradicional, es decir, con mano de obra y maquinaria, para lo cual se prevé el cierre de calles.
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No hay una fecha de inicio ni para el final de los trabajos de demolición, las obras pueden llevar varias semanas o meses para el retiro de cientos de toneladas de escombro.
El derribo es fundamental porque sobre el predio se edificará un nuevo hospital con 180 camas, proyecto que se incluye a la edificación de otros nosocomios en los que el IMSS planea una inversión superior a los 6 mil millones de pesos en Puebla.
Derechohabientes exigen a través de redes sociales al IMSS que agilice las obras, porque van dos administraciones federales que no saben cómo ni cuándo iniciar.
Con el ex presidente Enrique Peña Nieto transcurrieron 433 días sin el derribo del viejo edificio, ni la construcción de uno nuevo para sustituir a este. Con el presidente Andrés Manuel López Obrador se cumplieron otros 437 días sin un proyecto claro.
A diferencia de China donde fue construido un hospital con mil camas en solo 10 días, para enfrentar la contingencia por el coronavirus, en México no saben siquiera cuándo iniciar la demolición de San Alejandro, el cual era el hospital más grande en Puebla hasta antes del sismo del 19 de septiembre de 2017.
No solo es el hacinamiento en los hospitales que están funcionando actualmente, también hay un problema de desabasto grave de medicamentos en las clínicas, que derechohabientes han denunciado.
Desde agosto de 2019, Zoé Robledo anunció la edificación del nuevo San Alejandro, dijo que sería en este 2020 cuando se inicien las obras, pero sigue sin especificar las fechas de arranque.
