El 9 de diciembre del año 2020 llegó un completo desconocido a tomar el mando de la dirección técnica del Club Puebla, un argentino de nombre Nicolás Larcamón con apenas experiencia en un equipo de Venezuela y tres en Chile.
Nadie tenía grandes expectativas de lo que podía lograr en La Franja, un club que en torneos anteriores había sufrido con tener regularidad tanto futbolísticamente como en temas de directiva y carecía de identidad.
Desde ese momento el presente y futuro de los camoteros cambió, en dos años el equipo se transformó y creció de manera positiva, regalando grandes momentos a la afición, aquí en MTP Noticias te contamos qué hizo Larcamón en su año y nueve meses como entrenador.
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Tuvo un estilo de juego muy marcado
Los partidos del Club Puebla en anteriores torneos se habían convertido en pensar, contra quien vamos y ver si se podía empatar o que no nos golearan los equipos con mayor jerarquía y poder económico.
Acostumbrados a jugar al pelotazo, al delantero, al clásico ‘latigazo’ que es echarse para atrás y aprovechar los contragolpes, además del clásico ‘jugamos como nunca y perdimos como siempre’.
Nicolas Larcamón logró cambiar esa manera de jugar con un giro de 360 grados, su equipo se quitó los miedos, etiquetas e hizo lo que se tiene que hacer, ‘jugar a ganar’, se veía un grupo distinto, convencidos de que podían jugarle de igual a quien sea.
Orden en la defensa, buena distribución en media cancha y gran dinámica en ataque se podía ver en los partidos y en su primer torneo que fue el Clausura 2021, logró llegar a las semifinales, en donde lamentablemente perdió contra Santos Laguna.
Los torneos siguientes fueron un total deleite ver al equipo de Larcamón, pues no decepcionaban, hizo que sus jugadores entendieran perfectamente lo que quería y algunos de ellos los hizo jugar en otras posiciones sin mayor problema.
Ahora los aficionados no se ponían a analizar si el Puebla podía rescatar el empate o evitar ser golpeados, a hora, veían contra quien iban y decían, ‘sí les ganamos’, el equipo de Larcamón no renunciaba al ataque y buscaba ganar los partidos.
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Regreso la ilusión y a la afición al Estadio Cuauhtémoc
Después de la etapa del ‘Chelis’ en donde el equipo con esfuerzo y entrega lograron llegar a unas semifinales y la afición estaba entregada con el equipo, no sé recordaba alguna otra etapa en donde el Estadio Cuauhtémoc estuviera lleno o al menos una entrada decente.
Los partidos de local del Puebla tenían entradas muy pobres y era más probable que equipos como América, Chivas, Cruz Azul y Pumas, por mencionar algunos que llenaran el Cuauhtémoc y se veían a muy pocos enfranjados en las tribunas.
Pero con los resultados y la manera en que jugaban los camoteros, la afición poco a poco comenzó a regresar, se volvió a ilusionar, ya no iban al estadio a ver si el equipo ganaba, iban a ver como ganaba el equipo.
El ‘Coloso de las Maravillas’ se volvía a llenar, ya sé competía en las tribunas con las aficiones de otros equipos e incluso se llegaban a superar, registrando en este último torneo en partidos de local, estuvo en las mejores asistencias a los estadios.
Todo lo anterior, sumado a las cuatro liguillas consecutivas en las que se metió el equipo, lograron que la afición poblana nuevamente pensara en que su equipo pudiera ser campeón nuevamente.
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