Ya no se ni como escribirles columnas sobre la esperanza y el cambio que representa Morena en Puebla cuando hay más dudas y menos realidades.
Partamos de la falsa promesa en donde Barbosa dijo que habría más mujeres que hombres en su gabinete, pues hasta el momento que tenemos 10 nombramientos sólo dos son de mujeres y eso aquí y en China no es equidad.
Claro a menos que Barbosa, tenga otros datos.
El segundo problema que le veo es que a todas luces este parece un gabinete hecho para pagar favores y no para encuadrar un cambio de rumbo tras las políticas morenovallista que hoy ni Gali está dispuesto a salvaguardar.
Y justo traigo el nombre de Gali a colación porque en recientes entrevistas dejó muy claro que no va a meter las manos al fuego por nada ni por nadie, cosa que prácticamente había sido su chamba mientras los Moreno Valle vivían, en cambio la que si lo puede hacer es Karen Berlanga, quien actualmente trabaja en el área del gobierno interino encabezada por Pacheco Pulido pero que será la titular de la Contraloría estatal ya con el gobierno entrante de Morena.
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Berlanga, está de más decirlo, es morenovallista, nomas con decirles que fue coordinadora del gabinete de seguridad en el sexenio del ya difunto Rafael Moreno Valle.
Sin dudar de la capacidad de los perfiles propuestos para gobernar junto a Barbosa, lo que si cuestiono es si de verdad estos son los únicos con los que podemos contar a la hora de querer hacer bien o medio bien las cosas.
Perfiles ampliamente identificados con el morenovallismo y con el marinismo, fieles defensores de Mario Marín como Ricardo Velázquez Cruz estarán a cargo de la consejería jurídica y claro podemos agradecer que Vanesa Barahona no permanezca en la Secretaría de Cultura pero esta designación parece la de unos por otros.
Como sociedad parece que estamos destinados a ver los mismos perfiles desfilar de administración en administración, cambiar de ideología como cambian las estaciones durante el año, con tal predicción que comenzamos a verlo normal en vez de exigir inclusión de perfiles nuevos que tienen capacidad pero se ven enormemente limitados por las manos que mesen las cunas del poder.
¿Esto es lo que nos prometieron? ¿Debemos conformarnos y verlo como “normal”, aceptarlo y darle las gracias por haber llegado a “cambiar la historia de Puebla”?
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Lamentablemente las respuestas no vendrán de aquellos que nos las deben y aparentemente estamos condenados a ver repetir los resultados de aquellos que ya ocuparon cargos en las pasadas dos administraciones sin tener un mínimo atisbo de la esperanza que en campaña se nos prometió.
