Que desde el confinamiento a causa de la pandemia por el Coronavirus, hay alcaldes en Puebla que, literalmente, atracan a ciudadanos y, lo que es peor, lo hacen en contra de las personas más desprotegidas.
Como sucede en Libres, donde el presidente municipal Francisco Rodríguez le dio facultades a su esposa Delfina Pozos para demoler la casa de una ancianita, porque parte del predio de la señora será usado para la construcción de una gasolinera de este distinguido matrimonio.
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Que la afectada Marielena Ojeda, de 85 años, jamás se mostró interesada en vender su casa y sin ningún pudor, llegó la esposa del alcalde de Libres, Puebla, con un grupo de albañiles para derribar parte de la vivienda en calle 4 Oriente número 833 en el barrio de Guadalupe en este municipio.
Este matrimonio demostró que no tiene valores, ni principios, jamás lo aprendieron en casa y seguramente se los enseñarán a sus hijos. Lo que hicieron en contra de la viejita, quien habita aún esta casa con dos de sus nietos, fue una acción vil, porque no hay una justificación para tirar la vivienda, no se usará para fines culturales, ni de beneficio a la comunidad.
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Que los dirigentes de los partidos que postularon a Francisco Rodríguez en el año 2018, son ciegos, sordos y mudos. Eso los hace cómplices del despojo e invasión del terreno de la ancianita, pues ninguno de ellos ha salido a fijar un posicionamiento en contra de este abusivo alcalde.
En esa situación están los dirigentes del PAN, PRD, Movimiento Ciudadano, Compromiso por Puebla y PSI, quienes impulsaron las aspiraciones políticas de este político.
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Que otro alcalde que no canta mal las rancheras es el de Coronango, Antonio Teutli, emanado de Morena, quien trae un revoltijo en el manejo de los recursos públicos en el ayuntamiento.
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Nadie sabe cómo va a aprobar sus cuentas públicas, si no hay comprobación sobre la ejecución de recursos millonarios, además de que se han detectado contratos y adjudicaciones directas a favor de familiares y amigos.
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Que el edil de Coronango está en la tablita, sino no hay que olvidar las protestas en su contra durante las últimas dos semanas, debido a la ola de inseguridad en el municipio.
Tan grave es su capacidad para dar vigilancia a los ciudadanos, que en las juntas auxiliares de Zoquiapan, Mihuacán y Ocotlán hay policías estatales resguardando las calles, para darle una ayudadita al señor presidente municipal.
Por Los Reporteros