La señora que encaró el pasado 10 de septiembre a Claudia Rivera Vivanco para reclamarle en su cara el abandono en el que tiene los parques públicos representa a miles de poblanos que llevan casi tres años sufriendo el descuido de la ciudad de Puebla, pues muchos han querido hacer lo mismo, pero no se han atrevido.
La presidenta municipal ahora sí no puede seguir alegando que “alguien” le envía a ciudadanos para encararla, porque en este caso la señora iba pasando por Paseo Bravo con su perro y al percatarse de la ceremonia que había en el lugar se acercó para hacerse escuchar, aunque ya sabemos, a la morenista a eso le vale.
Si a la alcaldesa le hubiera interesado escuchar la opinión de los poblanos durante su administración no hubiera permitido el desbordamiento del ambulantaje en el Centro Histórico, en donde deja hecho un asco, pues ya ni siquiera puede uno pasar por tantos puestos que están colocados en cada esquina.
No hay otra explicación en este caso que las jugosas cuotas que se ha embolsado este gobierno corrupto para hacerse de la ‘vista gorda’ con los ambulantes, un problema que se convertirá en un dolor de cabeza para Eduardo Rivera Pérez, porque aunque Claudia ya se va los poblanos seguirán exigiendo rescatar los primeros cuadros de la ciudad.
Para ello, Rivera Pérez necesita a un secretario de Gobernación con mano dura, y está depositando toda su confianza en el actual regidor Enrique Guevara Montiel, aunque de aquí a que se oficialice la integración de más integrantes de su gabinete, todo puede pasar.
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Lo real es que por este problema y muchos más como falta de obra pública, de acciones concretas en beneficio de los ciudadanos, ya nadie respeta a Rivera Vivanco, ya que a donde quiera que va lo único que recibe son reclamos, reproches de un pésimo gobierno que, pareciera que pasó a ser prácticas en el cuarto municipio más importante del país.
Por Los Reporteros
