Porno hablemos de este concepto que no es nuevo, se viene manejando desde 2014 y ahora está tomando más fuerza por el momento socialmente complicado, en el que todos los días estamos inmersos, es un término acuñado por Stella Young, una mujer australiana que tenía Osteogénesis Imperfecta, la rara enfermedad de los huesos de cristal, (como dato adicional el 06 de mayo se visibiliza a este padecimiento congénito que debilita toda la estructura ósea, sin cura alguna) pero el punto es el porno, y particularmente el inspiracional.
Ahora estoy hilando una cosa con la otra, seguramente usted está haciendo lo mismo, déjeme explicarle que esta pornografía no es ver a dos o más personas con discapacidad en videos xxx grabadas con o sin consentimiento, lo que si les puedo asegurar que todas y todos hemos sido consumidores de esta pornografía sin darnos cuenta o sin saber que existía.
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Para entender más a fondo este tema le pregunto: ¿Cómo amaneció hoy?, ¿pudo tomar su desayuno de manera autónoma?, ¿qué tal el camino a su trabajo o escuela?, ¿está molesto/a porque no pudo hacer la compra de algo que deseaba pero que no era necesario?
Ahora recuerde a alguna persona con prótesis de piernas corriendo un maratón, a mujeres sin brazos maquillándose o haciendo sus actividades apoyadas de los dedos de sus pies o boca, niños sordos bailando y cantando de manera extraordinaria, y así un sin fin de personajes que nos muestran todos los días cómo realizan sus actividades pese a tener condiciones físicas distintas al resto de la población y entonces nos decimos:
“La mayor discapacidad está en la mente” “la única discapacidad es una mala actitud” “yo lloré porque no tenía zapatos, hasta que vi a un niño sin pies” frases motivaciones que muchas veces son acompañadas de imágenes de niñas, niños o cualquier persona con alguna discapacidad en redes sociales y diversos medios de comunicación.
Estas imágenes lejos de abonar a mostrar a las personas con discapacidad como personas autónomas sujetas de derechos y obligaciones las muestran como fuentes de inspiración, y hacen que volvamos como sociedad al modelo de prescindencia que consta en exponer a las Pcd como seres divinos o al otro extremo como personas que vienen a pagar una condena de sus familiares como forma de castigo.
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Entonces no deja ver las habilidades, aptitudes y actitudes que pueden desarrollar quienes tienen discapacidad, este tipo de pornografía que vemos y escuchamos en todos lados, es la cosificación de las personas con discapacidad para encontrar una fuente de inspiración.
La mayoría de las veces, cuando se comparten estas imágenes con frases inspiracionales en redes sociales se hace sin una mala intención, incluso se piensa que se hace en beneficio de la persona con discapacidad de alguna manera. Lo cierto es que el resultado es el contrario.
En la columna de la siguiente semana les compartiré que hacer para no replicar la porno inspiracional y cómo hacer realmente espacios inclusivos, solidarios y empáticos.
Foto: Ilustrativa, Internet
Por Dulce Belem Zavala/ @dbperzaval
