El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que en México hay 44.9 millones de hombres de 15 años y más; de ellos, menos de la mitad (47 por ciento, equivalente a 21.2 millones) se identificó como padre de al menos un hijo que reside en la misma vivienda.
La edad promedio de los padres es de 45 años, por que los hombres identificados como padres tiene entre 40 a 49 años, 25 por ciento tiene entre 30 y 39; 35 por ciento reportó contar con más de 50 años, 13 por ciento está en el grupo de 20 a 29 años y 1 por ciento de los padres identificados tiene entre 15 y 19 años.
Lo anterior tiene relación con la convivencia entre padre e hija o hijo y el derecho de los niños, niñas y adolescentes a vivir, crecer y desarrollarse en el seno de una familia.
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Ese derecho se ve empantanado en ocasiones por procedimientos judiciales o en su caso por la ausencia de quienes no han querido participar en esta labor de cuidado y que dejan en abandono a sus hijos e hijas y por el derecho a vivir en un medio ambiente sano y sustentable, en condiciones que permitan su desarrollo, bienestar, crecimiento saludable y armonioso, tanto físico como mental, material, espiritual, ético, cultural y social se genera en contraposición una situación de violencia.
El abandono puede ser físico, pero también puede incluir el abandono emocional, como la falta de satisfacción de las necesidades básicas del niño. Por ejemplo, en algunos estados, un padre puede ser responsable de abandono de personas si no brinda vestimenta, alimentos, refugio, tiempo o la atención médica que necesita su hijo, en otros estados, los padres solo reciben un castigo por dejar a un niño con la intención de abandonarlo, pero también al que dolosamente se coloque en estado de insolvencia con el objeto de eludir el cumplimiento de las obligaciones alimentarias.
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Por otro lado, los padres que asumen con responsabilidad el cuidado de los niños, niñas y adolescentes pero que se han enfrentado con obstáculos para hacerlo valer, ante la negativa de la madre para que convivan y seguir con el lazo familiar, pero generando una distancia entre ellos al usar la pensión alimenticia, la manipulación parental y hasta la Covid como elementos para enraizar el distanciamiento en las relaciones familiares.
Por ello, el Día del Padre nos recuerda que muchos siguen en la lucha de ver a sus hijos e hijas a quienes no han dejado de amarlos y por otro lado, padres que ante su ausencia solo sustentan abandono.
Por Keren Reyes/@keren_kelly / @SIDECALI
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