teatro del pueblo
911

Buen inicio de semana tengan todos nuestros apreciables lectores…

 

“Es como un fantasma que araña la garganta, que me persigue todo el día, que recorre mis espacios privados, los más íntimos, que no me deja tranquila. Ata, ahoga el grito, da pánico. Así transcurre la rutina, cuando la casa no es lugar seguro, cuando quedarse en casa significa una amenaza”.

 

Es así como María ‘N’ profesionista que busco la asesoría legal para denunciar la violencia de la que es víctima por parte de su esposo, quien la agredió bajo el pretexto de que el encierro lo tiene desesperado y que a ella, su esposa, ya no la tolera y ello fue origen del maltrato. Violencia que a causa de la cuarentena obligatoria para frenar la pandemia de coronavirus se está multiplicando dramáticamente en diversos estados de la República y Puebla no se escapa de ello.

 

De hecho, forzadas a estar dentro de casa, muchas mujeres sufren abusos por parte de sus maridos o miembros de la familia, sin poder salvarse.

 

La violencia machista es una pandemia que cuando se acompaña de otra pandemia se vuelve aún más feroz”.

 

Sin olvidar el factor salud: en tiempos de pandemia, la atención y el cuidado a las víctimas de la violencia de género se ha vuelto aún más deficiente y pone sus vidas en grave riesgo y no obstante en el estado de Puebla se han activado líneas telefónicas para ayudar a las mujeres; sin embargo, todo esto no es suficiente, ello a virtud de que en la cuarentena, las mujeres se ven obligadas a permanecer cerca de su agresor y por lo tanto no pueden denunciarlo, no pueden pedir ayuda.

 

Ante tal circunstancia la secretaria de gobernación (Segob) envío un exhorto a los gobiernos locales para que faculten a las y los jueces cívicos para que determinen que sean los agresores quienes queden fuera de sus casas de 15 a 30 días, en tanto son ellos los que violan el derecho de las familias de vivir en paz.

 

Según los reportes de los estados sobre las llamadas de emergencia al 911, la violencia intrafamiliar presenta incrementos entre 30 y 100% en el marco de las medidas de aislamiento provocadas por la emergencia sanitaria del coronavirus, así lo informó la Secretaría de Gobernación.

 

Al realizar, en coordinación con la Organización Seguridad por México, la videoconferencia gratuita de información sobre violencia intrafamiliar “Durmiendo con el Enemigo”, la (Segob) señaló que la detección oportuna y activa es fundamental para prevenir los daños que devienen de la violencia que sufren las mujeres dentro de sus hogares y por ello es necesario que todos los actores sociales se involucren y se conviertan en factor de cambio.

 

A lo largo de marzo, mes en el que comenzó la contingencia generada por el coronavirus y las medidas de aislamiento para reducir la posibilidad de contagio, las denuncias de acoso aumentaron 92.2 por ciento, de hostigamiento sexual, 62.9 por ciento, de abuso sexual, 25.6 por ciento; y de violación 14.6 por ciento en el estado de Puebla. De acuerdo con el análisis “Mujeres viven pandemia de manera diferenciada”, lo anterior se informó por parte del Observatorio de Violencia Social y de Género (OVSG) en el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (Idhie) de la Universidad Iberoamericana Puebla, durante el mes de marzo, Puebla acumuló mil 245 denuncias relacionadas con violencia de género.

 

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, las denuncias en Puebla por violencia sexual, violencia familiar, abuso, acoso y hostigamiento han aumentado con respecto al año pasado, lo que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha puesto en relieve: las mujeres viven la pandemia de forma diferencial; tomando en consideración que el encierro es un escenario propicio para la violencia doméstica, pues obliga a mujeres y niñas a convivir de manera constante con sus victimarios.

 

Los daños que se presentan a la estabilidad de las mujeres a través de las amenazas, descuidos, insultos y humillaciones se desprenden a la situación de vulnerabilidad de las mujeres que tienen que salir para trabajar en medio de la pandemia aumenta vicios presentes de manera sistemática: las mujeres embarazadas y de la tercera edad son las primeras en ser despedidas; además, se prioriza la actividad laboral masculina por encima de la femenina, lo anterior como consecuencia del distanciamiento social resaltando que las personas más susceptibles de violencia doméstica son las niñas, los niños, las y los adolescentes y las mujeres; mientras que los principales victimarios son conocidos y, en particular, los hombres.

 

En un estudio realizado por la Universidad de Granada intitulado “Mente y Cerebro” se desprende que la asimetría social entre mujeres y hombres favorece la violencia de género y que los estereotipos sobre unos y otras deben comportarse, las experiencias que refuerzan la conducta esteriotípica y las estructuras sociales que apoyan la desigualdad de poder entre géneros ha contribuido a que se originen patrones de violencia a lo largo de nuestro ciclo vital.

 

La vulnerabilidad de las mujeres en las crisis se ve agravada por la falta de acceso a las redes sociales habituales y a las fuentes de apoyo social, así como a los servicios de salud, esa exposición a la violencia aumenta a medida que los perpetradores pueden arremeter contra ellas debido a la tensión económica que causa una pandemia y disminuyen las posibilidades de la víctima para abandonar o resistirse a las relaciones abusivas.

 

Los autores del reciente estudio sugieren que los Gobiernos deben incorporar medidas de género en su respuesta a la situación de alarma. Entre otras posibilidades proponen usar la tecnología para asegurar que las mujeres reciben los servicios esenciales cuando más los necesitan (por ejemplo, los servicios de emergencia y de apoyo a las víctimas mediante servicios de texto, telefónicos y en línea).

 

Derivado de lo anterior la ONU exhorto al estado mexicano y por ende a las autoridades poblanas a través de la (Segob) a que la orientación telefónica debe siempre incluir una valoración rápida para detectar el nivel de riesgo en el que se encuentra y, de ser posible, apoyarla para que ellas hagan un plan de seguridad básico, pues no es suficiente que una buena respuesta de la policía o de las y los médicos, de ahí la importancia de fortalecer los servicios de tercer nivel para la protección integral y atención especializada.

 

Asimismo, se Informó que se trabaja arduamente desde la Secretaría de Gobernación con la Secretaría de Salud, el Instituto Nacional de las Mujeres, el Instituto Nacional para el Desarrollo Social de la Secretaria de Bienestar, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF), y la Secretaría de Seguridad Pública, en el fortalecimiento de todos los servicios que los gobiernos locales y los centros de refugio proveen, atendiendo a la estrategia Nacional de Protección Integral impulsa la corresponsabilidad bajo un enfoque Multiagencial, centrado en las necesidades de las mujeres, las niñas, adolescentes y adultas mayores, en todas las diversidades.

 

Seamos una sociedad civilizada y entendamos que la situación que se vive hoy día nadie tiene la culpa, no desquitemos nuestras frustraciones con las personas con las que compartimos un techo y una vida en común…

 

Lo anterior se tenía que decir y se dijo!!
Nos leemos la próxima semana!!

 

Por Yvan Vargas/ @LAWNAVY

 

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