En Morena todos saben que a Mario Bracamonte no le gusta polvear sus zapatos en los pueblos, hay militantes que se sumaron al movimiento desde que se fundó el partido, quienes reprochan que recorre los municipios solo para tomarse la foto.
No hay antecedentes que demuestren que Bracamonte haya armado una sola estructura en la entidad.
Los verdaderos morenistas hicieron esa chamba y ven con desagrado la presencia de Bracamonte en las reuniones, cuando ya están estructurados los comités municipales del partido.
Bracamonte, quien es delegado del Comité Ejecutivo Nacional de Morena en Puebla, no tiene nada qué reclamar y menos por los resultados favorables en la elección extraordinaria.
El gobernador Miguel Barbosa ganó por él, por su popularidad y por los dos años recorridos en el estado.
Para el 2021 será una elección más complicada, porque ni el presidente Andrés Manuel López Obrador, ni el gobernador Barbosa estarán en campaña.
En Morena requieren a operadores natos como Eric Cotoñeto, para armar estructuras. Aun cuando no sea dirigente en el partido tendrá fuerte influencia, además de ser el hombre de confianza del gobernador.
Los ‘aviadores’ de Toriz
En el Conalep siguen saliendo más elementos que prueban las anomalías de Carlos Alberto Toriz, quien es señalado de actos de corrupción y venta de papeles para facilitar las jubilaciones y pensiones.
Eso no acaba ahí, aprovechó su posición para meter en la nómina de la institución a sus familiares, varios de ellos identificados como:
Brayan Toriz Padilla: trabaja en Conalep Plantel Puebla I, como asistente de servicios básicos.
Lilia Toriz Rivera: labora como docente en Conalep Plantel Puebla I.
Laura Padilla: mamá de Brayan Toriz Padilla, trabaja en Conalep Plantel Puebla I.
Lee: Carlos Toriz: acusado por ‘venta’ de documentos para facilitar jubilaciones en el Conalep
Hay otros familiares que laboran en otras instancias, tal es el caso de su hermana Brenda Toriz quien es delegada sindical en el ayuntamiento de Puebla y que además recibió base del ex edil Enrique Doger Guerrero.
Carlos Toriz, de quien ayer le comentábamos que hay al menos dos personas que lo acusan de cobrarles 200 mil pesos para facilitar la documentación de sus jubilaciones, hace alarde de sus bienes, en específico de una residencia que posee en el fraccionamiento Zerezotla en San Pedro Cholula, valuada en 3.9 millones de pesos.
Todos estos son motivos por los que muy pronto varios afectados de este personaje buscarán un acercamiento con el gobernador Barbosa para exigir una auditoría al ex funcionario del Conalep.
