Los poblanos confían que el inicio de la demolición del hospital San Alejandro no sea un espejismo y que el proyecto de construcción de un nuevo nosocomio vaya en serio.
Hoy se cumplen 1, 321 días del sismo del 19 de septiembre de 2017 que dañó el principal hospital que se tenía en Puebla y desde entonces ha sido un calvario para miles de derechohabientes, el tener que ser hacinados en La Margarita o en otras unidades médicas.
Dos presidentes de la República llevamos desde aquel infortunio y San Alejandro sigue abandonado.
Los candidatos a diputados federales de la alianza PRI, PAN, PRD se colgaron al inicio de las campañas en abril, al acusar la omisión del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los aspirantes quedaron en ridículo, porque el expresidente Enrique Peña Nieto ni demolió, ni construyó otro hospital para sustituir a este.
Por ahí hubo un intento del exdelegado del IMSS, Enrique Doger, para habilitar el nuevo San Alejandro en la zona de San Andrés Cholula, en medio de un proyecto plagado de corrupción.
Este fin de semana alguien colocó una lona para informar que esta vez sí va en serio la demolición de San Alejandro.
Ver para creer. Las campañas locales solo duran un mes, esperemos que no se trate de una estrategia electoral para hacer creer a los poblanos que será derribado y que después de este mes, lo abandonen otra vez.
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Hasta ahora lo que sabemos, es que serán los cuerpos A, B, C, D, y E del hospital de San Alejandro los que serán demolidos en su totalidad, de acuerdo con la información que ha dado la delegada del IMSS, María Aurora Treviño García.
También, se busca derribar la zona de urgencias, la torre de hospitalización, los edificios donde se encuentran la junta de gobierno, el auditorio, el módulo de consulta externa, así como el área de maquinaria.
Este proyecto requiere una inversión superior a 1 mil 690 millones 585 mil 469 pesos.
Hay que darle el beneficio de la duda al presidente de México, para que los poblanos muy pronto tengan un nuevo San Alejandro.
