Alfonso Esparza siente que el agua le llega al cuello. Ya echó mano de un amparo ante el miedo de una posible detención, se alió a rectores de universidades privadas, comenzó a promover a su gallo a la alcaldía de Puebla, se declaró enemigo del gobernador Miguel Barbosa, se sumó al bloque opositor de la dirigente del PAN, Genoveva Huerta.
Nada de lo anterior va a salvarlo y él lo sabe, ahora su veladora la encendió a San AMLO, pues considera que solo el presidente de México y nadie más puede protegerlo de la investigación de sus cuentas públicas.
Para llegar al presidente es a través de terceros, para eso es que busca acercamientos con los más allegados a Andrés Manuel López Obrador.
Hace unos días, un poblano o poblana llevó al rector con Bertha Luján, presidenta del Consejo Nacional de Morena.
El encuentro celebrado en la Ciudad de México fue para solicitar inmunidad y una diputación federal plurinominal, a cambio de ser aliado de AMLO desde la Cámara de Diputados para la siguiente legislatura.
Bertha Luján es de las más cercanas al presidente de México, fue contralora en la Jefatura de Gobierno de AMLO, en la Ciudad de México entre el 2000 y 2006.
Morenistas que vieron al rector acercarse a Luján afirman que la presidenta del Consejo Nacional de Morena no le prometió nada, porque ella debe consultarlo con el mandatario y con el Consejo.
Este encuentro fue después del que sostuvo con Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente interino nacional de Morena, con el mismo propósito de solicitar una candidatura, según lo dio a conocer hace dos semanas el columnista Rodolfo Ruiz.
En conclusión, el rector ya se dio cuenta que por el PAN no está su salvación, sino por el mismo Morena, a través de grupos distintos a los que lo investigan en Puebla.
Si realmente fue decente y honesto con el manejo de los recursos en la BUAP durante su rectorado, como él no se ha cansado de afirmarlo ¿Entonces a qué le teme?
¿Entonces qué más da que continúen las investigaciones por parte de la Auditoría Superior del Estado (ASE) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF)?
El rector se acostumbró a vivir en un paraíso, manejando a su antojo miles de millones de pesos de la BUAP, sin que nadie le hiciera observaciones. Ah pero cuando alguien llegó a poner orden, se victimizó.
El pasado 15 de abril, MTPNoticias documentó que la Unidad de Inteligencia Financiera y la Auditoría Superior del Estado detectaron depósitos por 549 millones de pesos a las cuentas bancarias de Laboratorio Químico Clínico Azteca SAPI de CV y Human Answers SA de CV a través de 93 folios u oficios timbrados “sin concepto”.
Mientras tanto, el rector ya no duerme tranquilamente, no sabe qué le depara el futuro inmediato. Tic toc, tic toc, tic toc, tic toc, tic toc.