La verdadera razón por la que Marcelo (Chelo) García Almaguer regresa a las filas del Partido Acción Nacional (PAN) es porque la dirigente estatal, Genoveva Huerta, le ofreció conformar un frente –integrado por perfiles que quedan del morenovallismo– para cerrarle el paso a Eduardo Rivera Pérez rumbo a la presidencia de la ciudad de Puebla.
La oferta que le hicieron a García Almaguer es que él busque la candidatura en la interna al igual que el otro diputado local, Oswaldo Jiménez, en la lógica que mientras más sean, menos fácil la tenga Lalo Rivera, así esté mejor posicionado en las encuestas.
Lee: Traidores regresan al PAN: desde Felipe Calderón hasta García Almaguer
El plan de Genoveva es fortalecer el grupo que antes solo obedecía las órdenes de los exgobernadores Rafael Moreno Valle y Antonio Gali Fayad, como una forma de presionar al líder nacional Marko Cortés para que Rivera Pérez no vaya por tercera ocasión como candidato.
Y entre ellos –los morenogalicistas – ya hay un pacto: el que más votos de miembros activos del PAN saque, se suma al otro, ya sea Marcelo, Oswaldo o Genoveva.
La idea se le hizo estupenda a García Almaguer, además que en las últimas semanas sentía que ya no encajaba en ningún lado, ni como independiente, ni como aliado de la 4T mucho menos con un SÍ definitivo por parte de los dirigentes de Movimiento Ciudadano para abanderarlos rumbo a la sustitución de Claudia Rivera Vivanco, a pesar de que estaba haciendo su chambita recorriendo la capital.
El ‘Plan B’, en caso de no lograr ser él quien compita por el PAN por la presidencia de Puebla es ir por una diputación federal. Es decir, de todas maneras, saldrá ganando Marcelo, a diferencia de Movimiento Ciudadano, en donde ya ni Dante Delgado mucho menos su muy mejor ex amigo, Fernando Morales le contestaban el teléfono.
Principalmente Fernando Morales, quien a diferencia de Genoveva, está empeñado en que sea Rivera Pérez su candidato, pues él cree que les garantiza regresar a las mieles del poder en color naranja.
Habrá que esperar cómo se mueven las piezas, pues el partido en el poder, Morena, también tiene sus acuerdos con García Almaguer.