teatro del pueblo
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La fuerza ciudadana organizada y mejor conocida como el tercer sector ha venido cobrando fuerza en los últimos, no olvidemos los movimientos social del siglo pasado los cuales marcado el rumbo de muchas naciones.

Evocar los movimientos estudiantiles del 68, y no muy lejano el movimiento estudiantil en los 70 en Puebla, entre otros muchos invita a entender que la participación social no es endémica y ha tenido por muchos años un crecimiento sólido que por lo menos en México ha influido considerablemente en la toma de decisiones y por ende ha impactado en el rumbo de la Nación.

Mencionar el trabajo que se ha venido haciendo a través de esta sociedad civil organizada, invita a reconocer el papel que como individuos al interior de una sociedad jugamos y organizadamente hemos impactado en el orden de las altas esferas político-sociales.

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Hagamos un recuento de la fuerza de la sociedad civil cuando junto con los grupos empresariales “sacaron al PRI de los Pinos”. Todo esto ocurrió en el año 2000, en un marco organizado, planificado y que tuvo un único objetivo: posicionar a Vicente Fox y, con el financiamiento de los amigos empresarios que se conocieron cuando trabajaron en la refresquera Coca-Cola, decidieron impulsar la movilización ciudadana en favor de que su candidato ganara en las urnas vía la creación de una estructura social paralela a la del Acción Nacional. Cabe mencionar que este esfuerzo no fue aislado pues estuvo acompañado por una campaña de Marketing y publicidad que impulsaron el voto en favor de Fox.

A partir de este momento la sociedad organizada exigió respuesta a sus promesas de campaña. Empezó a gestarse el malestar. El presidente había perdido la cercanía con la sociedad, no cumplió con las expectativas y se llegó a mencionar que el pueblo de México esperó demasiado del mandatario. Se sintió un cambio radical en la personalidad del presidente y el distanciamiento social empezó a cobrar fuerza.

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Otro momento de la fuerza y convicción de la sociedad civil organizada empezó a gestarse. Era el tiempo rumbo al 2006; cuando menos un año previo (2004-2005 aproximadamente) la sociedad civil empezó nuevamente a organizarse; el desgaste de la figura presidencial en el que habían puesto un sin número de esperanzas estaba en decadencia, la decepción entre sociedad y el grupo de los amigos empresarios que incluía a muchos excompañeros de la Ibero, quienes también habían apostado al proyecto anterior era grande; así que, había que redirigir la organización ciudadana hacia un nuevo escenario.

Andrés Manuel en el 2003 había renunciado al PRI. Caminaba ya hacia un nuevo rumbo. Empezó a gestarse el movimiento social nacional de las redes ciudadanas en apoyo de su precandidatura rumbo al 2006. La sociedad civil, deseosa de un nuevo rumbo le apostó al nuevo movimiento ciudadano. De norte a sur de la República empezaron a conformarse grupos en apoyo a Andrés Manuel. Esta fuerza ciudadana logró tejer organizadamente con los hombres y mujeres afines al movimiento y con los mexicanos cansados del gobierno foxista.

Se hizo una red paralela a los partidos que abanderaron la candidatura pero no fue suficiente, aún no era el momento pero, lo que sí, la sociedad civil organizada dio un ejemplo de organización y apoyo que en muchos años no se había visto.

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Muchos vivimos este momento histórico y fuimos parte de la búsqueda de un nuevo rumbo. Muchos estuvimos presentes en este arranque del movimiento de regeneración nacional, lo conocimos desde la cuna, pero mucho ha quedado a deber a las bases fundacionales. Al convertirse en partido ha dejado de lado su esencia, le ha quedado a deber a las bases sociales.

Por la experiencia podemos afirmar que, la fuerza ciudadana organizada no solo es un ente crítico, analítico, pensante, actuante sino que con oportunidad, prudencia y en ocasiones con tintes revolucionarios logra definir el rumbo hacia donde se dirigen las sociedades.

Hoy por hoy, por lo menos en Puebla, la cuarta trasformación y los ideales transformadores que deberían estar encabezados por el partido estatal están muy lejanos, nos están quedando a deber. No hay que menospreciar que día con día se gestan movimientos sociales que cubren las expectativas y los huecos que otros no han podido solventar.

Al tiempo.

Por Mayra Sánchez García /@mayrusmayrus7

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Mayra Sanchez

Mayra Sánchez

Académica, feminista, escritora, ensayista, apasionada por la literatura universal, defensora de los derechos humanos. Es autora de numerosos artículos sobre género, violencia vicaria, democracia y...