Por mi columna pasada fui duramente criticada por algunos por haberme “atrevido” a criticar al presidente Andrés Manuel López Obrador…. Muchos de ellos, fanáticos que ni siquiera viven en México, que creen ciegamente en los discursos del morenista que lo único que han hecho es dividir este país entre ‘chairos’ y ‘fifís’.
Sepan que yo fui una de las mexicanas que creía que él era nuestra única esperanza de buen gobierno.
¿Se acuerdan que en su momento dijo que no había razones para que la gente dejara de abrazarse y besarse?, ¿y qué ha pasado ahora?, el propio gobierno federal ruega hoy a guardar sana distancia.
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El tiempo nos dio la razón. La pandemia del Coronavirus no se detiene con discursos populistas.
Pero, en medio de esta crisis de salud pública que ha dejado docenas de muertos y contagiados, ¿ahora con qué nos ha salido el presidente?
Con la puntada de que el Covid-19 le quedó como “anillo al dedo” para afianzar el propósito de la cuarta transformación, ¿en serio presidente?, ¿pensando en su proyecto político por encima de los muertos y enfermos?
¿Por encima de los mexicanos que ya se quedaron sin empleo?, vaya que hay prioridades.
Si México sale fortalecido de esta crisis no será gracias al gobierno federal, sino a los estados y algunos presidentes municipales que realmente están emprendiendo acciones para prevenir este contagio. Que le están invirtiendo, sin ocultar información.
Será gracias a todos aquellos que se están quedando en casa cuidando de todos nosotros.
