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Podemos estar cerca de un feminicida serial, sin saberlo

El PAN va con mujer en San Andrés Cholula

Imagen de Elvia Cruz de su columna Al Polígrafo

En medio de otra atroz historia sobre el presunto feminicida serial de Iztacalco, Miguel Cortés, surge la pregunta si cualquiera puede resultar un feminicida serial. Que las mujeres podemos estar cerca de uno sin saberlo.

Es alarmante lo que ocurre en México y parece que no hay tregua. Más cuando las autoridades se ocupan primero en la política que en perseguir a delincuentes, como a los feminicidas seriales, por ejemplo.

¿Cómo es posible que este hombre de 40 años llevara una década matando a mujeres: a sus novias, amigas y conocidas en total impunidad, sin que nadie sospechara de él?

Este caso solo nos refuerza, una vez más, lo que ya sabemos: que las fiscalías no hacen un trabajo profesional para castigar a los verdaderos delincuentes.

Miguel, a quien ahora califican como “el monstruo de Iztacalco” o el “Dahmer mexicano”, tuvo que ser detenido por los vecinos de María José, una adolescente de 17 años a quien violó y mató el pasado 16 de abril, para descubrir que se trataba de un feminicida serial.

Se sospecha que una de sus víctimas es poblana: Frida Sofía Lima Rivera quien en 2012 dejó su natal Tlacotepec de Benito Juárez, un municipio ubicado en la Sierra Negra de Puebla, para buscar trabajo en la capital del país, a los 20 años.

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Por azares del destino, la joven llegó a vivir en otro departamento cerca de donde vivía Miguel. Según lo que consta en sus redes sociales, no pasó ni un año para que se conocieran. Se frecuentaban, se hicieron amigos, después novios y posteriormente hablaban de un compromiso.

El 07 de diciembre de 2014 a las 3:57 de la tarde, fue la última publicación que hizo Frida Sofía en su Facebook. De ahí ya nadie más supo de ella.

Miguel también dejó de comentarle, o de enlazar sus mensajes a su muro.

Al ya no comunicarse más con su familia ni responder mensajes ni llamadas, sus seres queridos viajaron a la CDMX a interponer una denuncia por su desaparición.

Su ficha de búsqueda comenzó a girar en febrero de 2015. Según algunos medios nacionales, a la familia le dijeron que “de seguro” la jovencita se había ido “con el novio”, que pronto aparecería. La versión fácil que difunden en las fiscalías para no hacer su trabajo.

Ficha de búsqueda de Frida Sofía Créditos: Especial

¿Cuántos feminicidios pudo haber evitado la Fiscalía de la CDMX si tan solo hubiera revisado las redes sociales de Frida Sofía y llamar a declarar a su entonces “novio”?

¿Por qué nadie indagó más sobre Miguel que era con el que la joven difundía más fotografías de sus salidas?

¿Ahora con qué cara en la fiscalía dirán a la familia de Frida Sofía que el feminicida siempre estuvo cerca?

Mientras pasaban los meses y años en que la familia seguía buscando a Frida Sofía, Miguel continuó con su vida normal, en el teatro, en el activismo a favor de los animales, en su trabajo como químico y demás. Tratando y relacionándose con otras mujeres.

Según lo que se sabe hasta ahora, continuó cometiendo los crímenes en su departamento en donde presuntamente hallaron cráneos así como un diario en donde narraba los feminicidios que cometía.

En noviembre de 2018, desapareció Viviana Garrido, una compañera de trabajo de Miguel, y nuevamente nadie sospechó de él, porque era “tranquilo”.

Según las primeras versiones, en la última década pudo haber cometido hasta 20 feminicidios y fue hasta que la mamá de María José lo descubrió es que cayó.

Era el vecino que acechaba a la adolescente. Vigiló y vigiló hasta que la menor se quedara sola para entrar a su casa a atacarla y matarla.

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Cualquiera de nosotras podemos tener un vecino que nos esté vigilando y pensando en cómo hacernos daño, en un país en donde los delincuentes se saben impunes ¡Qué jodido!

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