Para los panistas de Puebla, las dos principales causas de la derrota que tuvo el partido en la elección del pasado 2 de junio, se debió a su “mala” candidata presidencial, Xóchitl Gálvez y el haber ido en alianza con el PRI.
Terminó la primera etapa de “evaluación” de las causas de la humillación que sufrieron en la elección de este 2024 y las encuestadoras contratadas, Opina y Power Trend, no tuvieron que rascarle mucho para descubrir el porqué de lo que pasó.
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Lo malo es que, otra vez, la presidenta Augusta Díaz de Rivera y el secretario general Marcos Castro no tuvieron el valor para pararse frente a los 70 —de 110 consejeros— que acudieron a la reunión para informarles sobre los resultados.
Lejos de una autocrítica, lo único que dijo Augusta es que, al igual que todos, está decepcionada —hasta de ella misma— y aunque dijo que debe una disculpa, no la ofreció.
Eso, a pesar de que ha habido voces que se la han exigido, pues durante el año previo a la elección, no hizo nada para seguir posicionando la marca o trabajo de territorio para fortalecer las bases y sumar nuevos liderazgos, por ejemplo.
Más allá de eso, culpó a las instituciones electorales como el IEE y el TEEP de haber actuado a favor de Morena y volvió a reprochar a quienes tienen cargos gracias al PAN y que no ayudaron en nada, en alusión a los diputados locales, Rafael Micalco y Mónica Rodríguez.
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Por cierto, esta última no acudió al consejo así como los afines a Genoveva Huerta, expresidenta del partido.
Regresando a la evaluación, en los grupos de enfoque, “descubrieron” que hasta los panistas votaron a favor de Claudia Sheinbaum de Morena.
Eso, según porque nunca se identificaron con Xóchitl Gálvez, además que no hizo propuestas concretas a favor de mujeres y otros grupos vulnerables.
Otra de las razones del porqué no votaron por el PAN es que se les hizo muy antihigiénico que fuera en alianza con el PRI cuando este va en decadencia.
Tras las exposiciones que hicieron los consultores Marco Antonio Madrid Ibarra, Alma Sandoval y Fernando Vázquez Rigada, se dieron los reproches, aunque hasta ellos mismo se aburrieron y se salieron.
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A Augusta y a Marcos les pidieron reconocer su pésima gestión, pues no se vio su trabajo ni antes, ni durante el proceso electoral.
Y por si fuera poco, siguen sin reconocer que también contribuyeron a la derrota, ya que ni siquiera hubo una campaña a favor de Xóchitl Gálvez, no ayudaron como dirigentes a que los militantes se identificaran con la candidata.
Eso, independientemente de que la estrategia de Morena y su candidata Claudia Sheinbaum estuviera fuerte y se supiera desde entes que sería la nueva presidenta de México.
Ahora tienen como reto “exigir” bien a su próximo dirigente o dirigenta para ver qué puede rescatar y hacer ante una mayoría absoluta de Morena en Puebla y en el país.
¿Quién será ese hombre o mujer capaz de hacer que se reactive el PAN y funda como una verdadera oposición?