Muchos juraron que uno de esos “traidores” para votar con Morena y sus aliados a favor de la reforma al Poder Judicial sería Néstor Camarillo de Puebla.
Al menos hasta el término de la edición de esta columna, el senador se mantenía firme con la oposición en ir en contra.
Es increíble que a estas alturas, tengamos que reconocerle a Alejandro ‘Alito’ Moreno que haya mantenido unido y sin claudicar al grupo, en medio de presiones de encarcelamientos, amenazas y compra de voluntades.
Todos hemos sido testigos de qué rata —con una cola muy larga por cierto— fue quien se bajó del barco a las primeras presiones: Miguel Ángel Yunes Márquez quien fingió haberse “enfermado” para ya no darle la cara a los panistas y a los mexicanos, después de negociar la impunidad de su familia.
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Fue vergonzoso ver a los morenistas, incluidas esas morenistas que se han rasgado las vestiduras en llamarse “feministas”, aplaudiéndole a Yunes Linares al entrar al pleno del Senado de la República como si se tratara de un héroe.
Qué vergüenza que nos toque ver cómo la izquierda cobija, negocia y ofrece impunidad a uno de los personajes “de la derecha” que más daño ha hecho al país, y que arrastra más de un delito.
No fue sorpresa escuchar al exgobernador de Veracruz como es: un cínico soberbio que cree que en su posición le hace un favor a México.
También hay que decirlo, el PAN y quienes lo han impulsado por años para ser un cacique en Veracruz también tienen la culpa del monstruo que crearon.
Marko Cortés tampoco se puede limpiar las manos porque sabía de la cola larga de los Yunes a la hora de permitirles ir en fórmula al Senado (papá e hijo). Ahora se hace el sorprendido cuando un dirigente de partido en estos tiempos debe prever las traiciones y evitarlas, no dando candidaturas a personajes con un historial negro que fácilmente los pueden doblegar como pasó ahora.
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Si los Yunes aceptaron negociar con Morena es porque saben de sus delitos y prefirieron pensar solo en ellos y seguir viviendo del erario público, sin importarles nada más.
Con esa baja en la oposición, Morena aseguró su mayoría calificada para aprobar sin problemas la reforma al Poder Judicial que entre otros puntos, abarca la elección de jueces y magistrados por voto popular.
Con el senador de Movimiento Ciudadano, Daniel Barreda, que tienen sometido en Campeche y que también ya dejó de contestarle a su bancada, solo queda decir que a los que no lograron doblar fueron a los priistas, y eso que se les tenía poca fe.
Eso significa que en el PRI sí se siguen disciplinando como en los viejos tiempos, a lo que diga su “líder”, y en esta ocasión, en hacer contrapesos que tanta falta le hace a México en estos momentos.